Un centenar de policías se desplegaron ante la sede del partido Ecidé (siglas en francés de Compromiso por la Ciudadanía y el Desarrollo) de Martin Fayulu, uno de los principales líderes opositores, donde estaba previsto que comenzara la protesta.
Los agentes se personaron para frenar la manifestación prevista para las 10:00 hora local (09:00 GMT), hora en la que comenzaron a llegar decenas de activistas a los que luego se unió el propio Fayulu.
La Policía intervino con gases lacrimógenos para tratar de disuadir a los manifestantes, mientras Fayulu permanecía dentro de la sede del partido.
La Coalición Lamuka, en la que se integra el partido de Fayulu, denunció en la red socia X (antes Twitter) que la Policía se lanzó al "asalto" de la sede "con piedras y munición real".
Cinco candidatos presidenciales denunciaron el pasado sábado un "simulacro de elecciones" generales en la RDC y convocaron una manifestación de protesta para el 27 de diciembre en Kinsasa.
"Protestaremos contra las irregularidades observadas durante las operaciones de votación del 20 de diciembre de 2023", afirmaron los aspirantes, incluidos el ginecólogo y ganador del Premio Nobel de la Paz de 2018, Denis Mukwege, y Fayulu.
Unos 44 millones de personas -de los más de cien millones de habitantes del país- estaban llamadas el pasado miércoles a ejercer su derecho democrático en 75.000 colegios electorales para votar en los comicios presidenciales, legislativos, provinciales y locales.
Pero las elecciones se vieron empañadas por los retrasos, los problemas logísticos y la denuncia de irregularidades por parte de la oposición, que ha exigido la anulación de la votación.
Los comicios se celebraron el miércoles y se extendieron al jueves en zonas en que los desafíos logísticos retrasaron o impidieron la votación, pero lo cierto es que continuaron hasta este lunes en algunos de esos lugares.
Los retrasos se debieron, en gran medida, a la llegada a última hora del material electoral a los centros de voto.
La RDC es el mayor país de África subsahariana (casi cinco veces más grande que España) y cuenta con más de cien millones de habitantes y una enorme riqueza mineral (incluidas vastas reservas de cobalto, clave para fabricar baterías de vehículos eléctricos), pero adolece de infraestructuras deficientes en gran parte del territorio nacional.
De momento, el presidente saliente, Félix Tshisekedi, que busca a un segundo mandato de cinco años, encabeza el escrutinio parcial de votos de las elecciones frente a dieciocho rivales.
Tshisekedi llegó al poder en las elecciones de 2018, que fueron también cuestionadas por la oposición pero supusieron el primer traspaso pacífico de poder en el país desde su independencia de Bélgica en 1960.