La enmienda reduce de actualmente diez a cinco años el plazo de los controles médicos obligatorios para las personas que tienen una licencia de armas, y permite a la Policía ordenar nuevos controles en caso de comportamientos anómalos.
También se permitirá a los agentes de seguridad confiscar armas cuando detecte amenazas en las redes sociales, y las armerías tendrán la obligación de comunicar a la Policía cualquier venta sospechosa.
La nueva legislación también crea una licencia de armas digital, que permite el control con más rapidez, y permite a los médicos tener acceso al registro central de armas, para verificar que sus pacientes tienen licencia.
Los facultativos que detectan una falta de idoneidad de sus pacientes para usar armas, deberán comunicarlo sin retraso a la Policía.
El país centroeuropeo tiene enunciado en su Constitución el derecho a portar armas para legítima defensa.