La primera parada será la cena mañana en Varsovia a la que ha sido invitado y que ha sido convocada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Se ha organizado en el marco de las conversaciones entre los socios comunitarios para diseñar la nueva agenda estratégica de la UE que debe debatirse en la cumbre de líderes del próximo junio en Bruselas.
A la cena, además de Michel, Sánchez y el primer ministro polaco , Donald Tusk, como anfitrión, asistirán, según el Gobierno español, sus homólogos de Grecia, Kyryakos Mitsotakis; Estonia, Kaja Kallas; Finlandia, Petteri Orpo, e Irlanda, Simon Harris.
Esta parada en la capital polaca es al margen de la gira sobre la cuestión de Oriente Medio, pero será previsiblemente un asunto que se tratará también en esa cena.
Desde Varsovia, Sánchez se trasladará el viernes a Oslo para reunirse con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, y ese mismo día se desplazará a Dublín para verse con su homólogo irlandés.
El objetivo es proseguir los contactos que ya ha mantenido con los líderes de varios países de Oriente Medio para impulsar un proceso político de paz que lleve a la materialización de la solución de los dos Estados, Israel y Palestina.
La gira de Sánchez continuará la próxima semana en Eslovenia y en Bélgica, en cuya capital habrá reunión del Consejo Europeo el miércoles y jueves, y este será un asunto en el encuentro del lunes en Madrid con el nuevo primer ministro de Portugal, Luís Montenegro.
Los países incluidos en la gira son proclives a las tesis del Gobierno español y no se ha considerado la posibilidad de que Sánchez se desplace a otros con las posiciones muy alejadas porque fuentes del Ejecutivo subrayan que solo supondría hacer perder el tiempo, sobre todo, a los palestinos.
En las reuniones de la gira, Sánchez comentará las líneas generales de sus encuentros de hace unos días en Jordania, Arabia Saudí y Catar con los líderes de estos países.
Mantiene la determinación de que España reconozca a Palestina como Estado antes de julio y, este miércoles, en un debate parlamentario política internacional, afirmó que España está preparada para ello.
Las fuentes del Gobierno hacen hincapié en que España tiene peso propio y autonomía para impulsar ese reconocimiento, algo que consideran que es una cuestión de justicia histórica y de respeto a la legalidad internacional.
Sánchez pretende sumar a cuantos más países mejor a esa reflexión porque, cuantos más haya, entienden las fuentes que será más beneficioso para el proceso de paz y para el reconocimiento del Estado palestino.