La información proviene de un informe del FBI relacionado con un proceso contra siete ciudadanos chinos sospechosos de espionaje en Estados Unidos, e indica que espías chinos penetraron en el ordenador de la diputada a través de un correo electrónico.
Los presuntos espías tenían interés en obtener información, entre otros, de miembros de una asociación internacional dedicada a los derechos humanos en China llamada Inter-Parliamentary Alliance on China (IPAC, por sus siglas en inglés), de la que eran miembros tanto Van Hoof como el vicepresidente de la comisión de Exteriores del Parlamento Federal belga, el ecologista Samuel Cogolati.
Ambos habrían abierto los correos electrónicos que servían de puerta de acceso a los espías, según los medios belgas, que indican que se desconoce aún el impacto del espionaje pero se sospecha que pudieron modificar las direcciones IP de sus ordenadores para poder geolocalizar los aparatos.
La ministra de Asuntos Exteriores de Bélgica, la liberal Hadja Lahbib, ha reaccionado por primera vez oficialmente a un caso de presunto espionaje parlamentario chino.
"Los miembros del Parlamento deben poder trabajar libremente. Es la base de nuestra democracia. Tras los recientes informes de intimidación y piratería informática contra miembros del Parlamento belga, se convocará al encargado de negocios chino", anunció la ministra en la red social X.
Por su parte, la presidenta de la comisión parlamentaria de Exteriores y presunta víctima del ataque había declarado antes al diario flamenco Nieuwsblad que considera "muy preocupante" que "el régimen chino" pueda localizarla.
La diputada liberal cree que el pirateo informático puede estar relacionado con las amenazas de China que ha sentido desde hace años.
"El embajador chino intentó intimidarme en varias ocasiones. Pero no pienso ceder y seguiré expresando mi opinión sobre Taiwán o la situación de los uigures", agregó.
En paralelo, Bélgica investiga si el espionaje chino captó y utilizó como activo de inteligencia durante más de tres años al ex senador belga y político afín al movimiento nacionalista flamenco de extrema derecha Frank Creyelman, cuyo hermano Steven presidía la comisión parlamentaria de Compras Militares como de la formación ultraderechista Vlaams Belang.
Además, Bélgica investiga si la empresa de comercio electrónico chino Alibaba realizó actividades de espionaje a través de los datos confidenciales en poder de la división logística de la compañía en Lieja, ciudad del este de Bélgica donde la empresa tiene su principal sede en Europa.