Sindicato de Periodistas de Sudán denuncia la persecución que sufren por bandos en guerra

Con motivo del Día Mundial para Libertad de Prensa, la organización denunció que los periodistas en Sudán viven unas circunstancias que "casi son las peores sin precedente (...) en el último siglo".

"Lo que ocurre realmente es que los periodistas son un blanco para todo tipo de violaciones desde el inicio de los combates en Jartum. Hay 400 violaciones documentadas contra ellos desde el comienzo de la guerra el 15 de abril del año pasado hasta hoy, entre ellas seis asesinados", detalló.

Durante el transcurso de la guerra, según este sindicato, centenares de periodistas fueron obligados a abandonar las zonas de conflicto armado para posteriormente salir del país en búsqueda de seguridad.

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Muchos huyeron "cercados con las acusaciones de traición o lealtad a una parte u otra, amenazados de retención, arresto arbitrario o desaparición forzosa o la muerte según el capricho de las partes de la guerra", lo que les llevó al "desplazamiento o al refugio", provocando consecuentemente un "estado de desinformación".

Según el Sindicato de Periodistas de Sudán, "menos de cien periodistas quedan en la capital, Jartum. En los estados de Darfur no supera los 60 y menos de 20 en el estado de Al Yazira, lo mismo en Kordofán".

La escasa presencia de los profesionales de la información sobre el terreno hizo que "la transmisión de las verdades, datos minuciosos y visuales fuera difícil todo el tiempo", lo que derivó en un estado de "desinformación que alentará y permitirá más violaciones, así como el retroceso de la cobertura profesional a favor del discurso de la guerra, el odio que destroza la sociedad".

El sindicato afirmó que la libertad de prensa no es solamente derecho de los periodistas, sino de toda la sociedad, y remarcó la importancia de una atmósfera de trabajo segura y compatible para todos los periodistas, al tiempo que renovó su compromiso con continuar la lucha por la libertad de prensa y expresión.

La guerra de Sudán estalló el 15 de abril de 2023 por la rebelión de los paramilitares contra el Ejército sudanés, en medio un proceso político para encauzar de nuevo al país en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.

El conflicto ha provocado desde entonces la muerte de alrededor de 15.000 personas y el desplazamiento interno y exterior de más de 8,6 millones, mientras que ha abocado a otros 18 millones a las puertas de la hambruna, según Naciones Unidas.