Aumentan a 35 los muertos en un ataque contra dos campos de desplazados en la RD del Congo

Kinsasa, 9 may (EFE).- El número de muertos en el bombardeo del pasado viernes contra dos campos de desplazados en el este de la República Democrática del Congo (RDC) ascendió de 18 a 35, informó el Gobierno congoleño este jueves.

https://cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/abccolor/MOAP76XDJFEHLLTLQPIEIIZQZI.jpg

Cargando...

"El gobernador (de la provincia de Kivu del Norte, el general de división Peter Cirimwami) nos ha comunicado el recuento hasta la fecha. El recuento (...) es a día de hoy de 35 muertos y 37 heridos", declaró a medios locales el ministro congoleño de Asuntos Sociales y Acciones Humanitarias, Modeste Mutinga.

Mutinga actualizó la cifra de víctimas después de que la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) situara este miércoles los muertos en al menos 18, además de revelar que la mayoría de heridos eran mujeres y niños.

"Se han reanudado las actividades humanitarias en los sitios impactados y sus alrededores, después de una suspensión casi general observada después de este incidente", añadió en un boletín informativo esta agencia de la ONU.

El Gobierno congoleño y Estados Unidos acusaron del ataque a Ruanda y al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).

Por su parte, Ruanda culpó a las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en el año 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses (hutus) exiliados en la RDC, que colaboran con el Ejército congoleño.

Los bombardeos se produjeron cerca de la ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte y una de las urbes más pobladas del este del país.

Aunque el M23 negó estar detrás del bombardeo, la OCHA indicó que las bombas procedían de la línea de combate entre el M23 y el Ejército de la RDC, cerca de la ciudad de Sake, también próxima a Goma.

El M23 reactivó los combates el pasado 1 de octubre, después de meses de calma relativa.

Desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse a unos veinte kilómetros de Goma, que ocupó durante diez días en 2012, antes de retirarse por la presión de la comunidad internacional.

Los insurgentes han tomado el control de carreteras que unen el resto del país con esa estratégica ciudad, de más de un millón de habitantes y base de numerosas ONG internacionales e instituciones de la ONU.

Según la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), alrededor de 1,6 millones de personas asentadas cerca de las fronteras de Ruanda y Uganda con la RDC han sido desplazadas desde el resurgimiento del M23 a finales de 2021.

Aparte de la crisis humanitaria, los combates han provocado tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el grupo rebelde, extremo que las autoridades ruandesas niegan, pese a haber sido confirmado por la ONU y pese al apoyo público al M23 por parte del presidente ruandés, Paul Kagame.

A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las FDLR, una colaboración también confirmada por la ONU.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco).

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...