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El edificio se inspira en esos dos elementos naturales y tiene como lema "La corriente de Kuroshio", según explicaron Acción Cultural Española (AC/E), entidad pública responsable de gestionar la presencia de España en las Exposiciones Universales e Internacionales, y los estudios arquitectura y diseño madrileños Extudio, Enorme Studio y Smart and Green Design.
El pabellón se construirá en una parcela de 3.500 metros cuadrados y se ubicará en la zona norte del 'Grand Ring,' una enorme estructura de madera que rodeará la zona principal del recinto de la Expo de Osaka, ubicado en una isla artificial de la bahía de la tercera mayor ciudad de Japón.
Su diseño tiene como objetivo "resaltar y poner en valor el papel de España a la hora de conectar las vidas de nuestro planeta", dijo hoy en el acto de presentación el presidente de AC/E y comisario general de España para la Expo, José Andrés Torres Mora.
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El mar, la economía azul, el comercio y la gastronomía son algunos de los elementos más importantes del pabellón, con el que España quiere concienciar también sobre la importancia de los esfuerzos contra el cambio climático dentro de la Agenda 2030, y en el marco del tema común del evento que acogerá Osaka: "diseñar la sociedad del futuro".
En este sentido, los responsables del pabellón han tratado de que "su continente y contenido fueran armónicos", con un diseño que ha tenido la sostenibilidad y la circularidad (capacidad para reutilizar los materiales de construcción) como ejes centrales, según dijo el presidente de la AC/E.
Símbolos comunes para España y Japón
La fachada del pabellón es una superficie escalonada e inclinada con una gran apertura circular en medio, lo que simboliza un sol reflejado en el océano e invita al visitante a acercarse a un escenario costero, según explicó Néstor Montenegro, de Extudio.
El mar y el sol "son dos elementos fundamentales de nuestro planeta, y además dos de los principales recursos de España", señaló por su parte Rocío Pina, de Enorme Estudio, quien añadió que los diseñadores buscan "que cualquier visitante de cualquier nacionalidad se pueda sentir identificado".
El océano es también una vía de conexión histórica para Japón y España, una idea que se ha querido reflejar en el pabellón por medio de la corriente de Kuroshio, que fue uno de los grandes secretos de la navegación española durante siglos, y que estableció un canal de enriquecimiento cultural y comercial entre Asia y Europa.
Esta corriente sirve como estructura del recorrido inmersivo para los visitantes, que mostrará la biodiversidad marítima de España y sus medidas de protección ambiental, explorará los avances en el uso sostenible de los recursos marinos en distintos ámbitos y recorrerá hitos de la historia naval española y de los contactos con Japón.
El pabellón ofrecerá asimismo "una experiencia cultural y artística" para dar a conocer "los principales retos, logros y valores de España", lo que se reflejará en obras audiovisuales de artistas contemporáneos proyectadas en una pantalla gigante y en actuaciones en directo en la "Plaza del Sol" a la entrada del recinto, según dijo Fernando Muñoz, de Smart and Green Design.
Sostenibilidad y circularidad
Con un coste de 26,4 millones de euros, el presupuesto del pabellón supera al que tuvo España en la Expo de Dubái de 2020, según dijo el presidente de la AC/E, quien también señaló que su construcción comenzará "en breve" con el objetivo de que esté listo para la fecha de inauguración del evento, el 13 de abril de 2025.
El edificio será construido principalmente en madera debido al menor impacto ambiental de este material y a la mayor facilidad para reutilizarlo. La cerámica, otro material que se empleará para recrear el aspecto marítimo de la fachada, será traída de España y se espera que pueda ser reciclada también en otras construcciones permanentes en Japón una vez se desmantele el edificio, según los autores del diseño.
Se prevé que por el pabellón de España pasen un 10 % de los 28,2 millones de visitantes estimados que tendrá la Expo de Osaka.
Según los últimos datos de la organización, un total de 161 países y territorios estarán representados en el evento, que tendrá un impacto económico de unos 2 billones de yenes (unos 12.000 millones de euros).