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Roccella, miembro del Gobierno ultraderechista de Giorgia Meloni, tenía que intervenir en la sesión matutina de los conocidos como "Estados Generales de la Natalidad" en un auditorio del centro de la capital italiana, pero finalmente no pudo por las protestas.
Cuando debía tomar la palabra, un grupo de mujeres y estudiantes comenzó a gritar y abuchearla desde el público y sacó una pancarta en la que podía leerse: "Sobre mi cuerpo decido yo".
La ministra de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades trató de dialogar con quienes protestaban: "Chicas, nosotros estamos de acuerdo, nadie ha dicho que otro deba decidir sobre el cuerpo de las mujeres, realmente nadie", aseguró.
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Y continuó: "Por eso estamos aquí, porque las mujeres no deciden sobre su cuerpo, no deciden hasta el fondo libremente si quieren tener hijos, tenemos este problema. También sobre lo que hacéis referencia...", dijo, siendo nuevamente interrumpida al grito de "vergüenza".
En ese momento, el moderador del foro invitó a subir a una de las personas que se manifestaban y una chica compareció para leer un manifiesto en el que denunciaba que "el derecho al aborto está cada vez más en riesgo" en Italia.
Lo está - prosiguió - por "continuas propuestas legislativas restrictivas", por la "extensión de los tiempos de espera", la "introducción de cláusulas de conciencia", la "difusión de publicidad" y la "la amenaza a la existencia de consultorios" con "personal procedente de asociaciones antiabortistas".
La ministra intentó intervenir después de escuchar a la mujer, pero finalmente no lo consiguió y abandonó el escenario.
Inmediatamente después, Rocella publicó un mensaje en sus redes sociales para denunciar su censura y pedir a la izquierda que exprese solidaridad con ella, como hizo con el escritor Antonio Scurati tras denunciar el supuesto veto de un discurso suyo sobre el fascismo en la televisión pública RAI.
El pasado mes, el Gobierno aprobó la financiación con fondos del Plan de Recuperación europeo el recurso a "sujetos de cualificada experiencia en el apoyo de la maternidad" en los consultorios de mujeres, una red gestionada por el servicio nacional de salud.
Los críticos creen que esto abriría la puerta a organizaciones 'antiaborto' de los consultorios y supondría un "ataque" a la conocida como "Ley 194", que desde 1978 regula en Italia el aborto.
No obstante, aunque abortar es posible en Italia, muchas veces no es fácil debido al elevado porcentaje de médicos objetores de conciencia que se niegan a practicar abortos amparados en sus propios principios morales, éticos o religiosos.
El porcentaje llega incluso al 80 % en algunos puntos del sur del país (en 2022 la región de Molise llegó casi al 100 %, con solo dos ginecólogos no objetores).
Paralelamente, en Italia la natalidad en 2023 cayó a mínimos históricos con 379.000 nacimientos en todo el año -1,20 hijos por mujer-, mientras crece la esperanza de vida hasta los 83,1 años de media, según datos del Instituto Nacional de Estadística.