Presidente de rabinos europeos pide más solidaridad con judíos y a Hamás, liberar rehenes

"Deseo más solidaridad con el Estado judío y las comunidades judías de todo el mundo", dijo durante su discurso en la sala de la coronación del Ayuntamiento de Aquisgrán, en el oeste de Alemania, al recoger el Premio Carlomagno a su persona y a las comunidades judías en Europa.

Aseguró tener problemas, también él, con "el actual Gobierno israelí y sus ministros de extrema derecha", y añadió: "No, tampoco a mí me dejan frío las imágenes de la Franja de Gaza. ¿Cómo podrían?"

Pero es evidente, agregó, que "Hamás empezó esta guerra y podría terminarla inmediatamente, liberar a los rehenes, dejar las armas y permitir una buena vida a su propia gente".

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"Hago un llamamiento al mundo libre a unirse al pueblo de Israel en la exigencia a Hamás que podría acabar hoy mismo con las muertes. Cuatro palabras: 'Bring them home now'" (Tráiganlos a casa ahora)", dijo.

Señaló que "el antisemitismo nunca estuvo muerto", pero desde el pogromo islamista del 7 de octubre "se ha desatado" y subrayó que la seguridad y la libertad de la vida judía en Europa están gravemente amenazadas.

Dio las gracias al Gobierno alemán y a los de otros países europeos por lo mucho que hacen para combatir el antisemitismo y tratar de ofrecer seguridad a los judíos, pero lamentó que "no es suficiente".

Indicó que los incidentes y los delitos antisemitas están en aumento y el odio a los judíos se extiende por las calles, en manifestaciones, y también en universidades.

"Lo que vemos en las universidades estadounidenses, también aquí, no es un movimiento pacifista y no tiene nada que ver con libertad de opinión. Se trata de obsesión, odio ideológico y violencia", denunció.

Afirmó que el antisemitismo no es un problema de los judíos, sino de las sociedades en las que prevalece y llamó a todos los demócratas a defender unidos los valores de unidad, libertad democracia y humanidad.