El independiente Nauseda obtendría en estos momentos el 46,31 % de los votos, mientras que en el segundo puesto aumenta su margen la primera ministra Ingrida Simonyte, de la democristiana Unión por la Patria (16,20 %), sobre el populista independiente Ignas Vegele (12,45 %).
"Estoy dispuesto a dar un fuerte empuje por la victoria en la segunda ronda y creo que seré capaz de hacerlo", afirmó Nauseda pasada la medianoche en Vilna, aunque admitió que le hubiera gustado ganar en la primera vuelta.
La participación ha sido del 59,4 % sobre un total de 2.329.144 electores censados, la más alta en unas elecciones presidenciales desde 1997, según la Comisión Electoral Central.
En 2019, cuando Nauseda -un economista recién llegado a la política- derrotó a Simonyte en segunda vuelta, se había registrado una participación del 57,37 % en la primera ronda.
Los analistas esperan que al avanzar la noche el recuento de los grandes centros urbanos como Vilna siga favoreciendo a Simonyte, liberal en lo económico y que se ha mostrado partidaria de reformas de carácter progresista como la legalización del matrimonio homosexual.
Tanto Nauseda como sus principales contrincantes están a favor de mantener el apoyo a Ucrania y de reforzar las defensas del país báltico frente a lo que perciben como una amenaza por parte de Rusia.
En el referéndum que se celebró en paralelo para determinar si se permite a los lituanos poseer una doble nacionalidad votaron el 55,48 % de los electores, lo suficiente para que la consulta sea válida, pero los votos a favor, en torno al 70 %, no llegan al umbral necesario para aprobar el cambio de la constitución.
Lituania es uno de los cinco países de la Unión Europea (UE) que no permiten a sus ciudadanos poseer una segunda nacionalidad.