Tras visitar Roma y antes de desplazarse a España, Noboa se reunió en su primer día en la capital francesa con ejecutivos del banco de inversión Centerview Partners y con el consejero delegado de la firma financiera Lazard, Jean-Louis Girodolle.
Fue precisamente el encuentro con este banquero, que se alargó más que lo previsto, el que le llevó a cancelar la asistencia al Medef, el organismo que agrupa a las grandes empresas galas, explicaron a EFE fuentes de la presidencia de Ecuador.
Noboa estuvo allí representado por su canciller, Gabriela Sommerfeld, y por el ministro de Economía y Finanzas, Juan Carlos Vega, en una reunión que estuvo cerrada a la prensa.
Entre las multinacionales presentes en esa mesa redonda hubo representantes del grupo bancario Société Générale, el fabricante aeronáutico Airbus, la petrolera TotalEnergies, la empresa de defensa y tecnología Thales y la de gestión de residuos Veolia, entre otras.
Noboa también tenía en su agenda un encuentro bilateral con representantes del banco de inversión Rothschild, con Thales y con el departamento de financiación a la exportación BPI France.
El objetivo de todas estas reuniones era promover Ecuador como país atractivo para la llegada de inversiones y el incremento de la presencia de las firmas ya activas en ese país, que vive un convulso periodo social, marcado por un aumento de la violencia de grupos asociados al narcotráfico.
La jornada del presidente sudamericano concluyó en la Embajada de Ecuador en París, donde se encontró, en una cita cerrada a la prensa, con la comunidad ecuatoriana en Francia y con autoridades francesas, entre ellas la diputada que representa a los electores galos en América Latina, Éléonore Caroit.
Según contó la parlamentaria franco-dominicana a EFE, Noboa realzó en su discurso su voluntad de reformar el país y de mantener una relación estrecha con Francia, país con el que comparte valores.
En la segunda y última jornada de mañana, el presidente ecuatoriano cumplirá una agenda privada en París y será recibido a las 17 horas GMT por Macron en el Elíseo, disipando las dudas de que pudiese no ocurrir debido a los cambios en los planes del mandatario galo por la crisis en el territorio francés de Nueva Caledonia.