"Los militares rusos atacaron el centro de la ciudad. Dirigido, cínico y cruel: contra civiles en pleno día de descanso", subrayó el ministro del Interior en su cuenta de la red social Facebook.
Según Klimenko, siete personas fallecieron, entre ellas dos niños, y otras 18, entre ellas cuatro niños, resultaron heridas.
Los bombardeos provocaron un incendio en establecimientos comerciales, viviendas y vehículos. Además una infraestructura civil resultó dañada.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, señaló en Telegram que las ciudades y las comunidades ucranianas "sufren a diario este tipo de ataques rusos".
"Pero hay formas de superarlo: destruir a los terroristas donde están, destruir las lanzaderas de misiles rusas, atacar con capacidad real de largo alcance y aumentar el número de sistemas modernos de defensa antiaérea en Ucrania", escribió.