Yamaguchi, de 72 años y quien ha liderado el Komeito durante los últimos 15, señaló en una comparecencia ante los medios que no se presentará a la reelección al frente de su partido.
El Komeito es un partido tradicionalmente pacifista y cercano a China por su carácter budista, y actualmente es la cuarta fuerza con más diputados en la Cámara Baja del Parlamento nipón, donde es un aliado clave del PLD para la cómoda mayoría con la que gobierna.
"Me gustaría ceder el mando a la próxima generación", dijo Yamaguchi en una rueda de prensa, en la que afirmó que su renuncia a continuar "forma parte de una ola de cambio generacional" tanto en la política nipona como en la internacional.
"Quisiera que el nuevo líder prosiguiera con lo que han sido los valores centrales de Komeito, es decir, estar cerca del pueblo", añadió.
Se espera que el sucesor de Yamaguchi sea el secretario general del partido y exministro de Transporte, Keiichi Ishii, de 66 años. Su nombramiento está previsto para el próximo día 28, cuando se celebrará una convención del partido.
El Komeito respaldó el plan impulsado por el actual primer ministro para incrementar el presupuesto y las capacidades nacionales de Defensa, en el mayor giro en materia militar emprendido por Japón desde el final de la II Guerra Mundial.
No obstante, el partido budista siempre se ha mostrado más reacio a la reforma constitucional que busca sacar adelante también el PLD para clarificar y expandir las funciones de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) de Japón, actualmente muy limitadas por la Carta Magna nipona.
El Komeito gobierna junto al PLD desde que la formación gobernadora recuperó el poder en 2012, de la mano del exmandatario Shinzo Abe, asesinado en julio de 2022.
El actual líder del PLD y del Ejecutivo, Fumio Kishida, anunció el mes pasado que dejaría estos cargos, en los que será sucedido por el nuevo presidente que el partido elegirá en unas primarias el próximo día 27.