"Permitir que a esta ciudad ingresen miles de personas que venían de todas partes del mundo, desde los epicentros de la pandemia, como España, en que ya caía gente por montones… Aquí no iban a entrar. Nadie más iba a entrar a Guayaquil, peor a poner en riesgo la vida de la gente", dijo Viteri al diario El Universo, que la entrevistó por los cinco años del inicio del confinamiento en la ciudad.
En unos videos que dieron la vuelta al mundo se pudo observar cómo una decena de camionetas municipales irrumpieron en la pista del aeropuerto José Joaquín de Olmedo y la bloquearon totalmente para evitar el aterrizaje del avión, que finalmente tuvo que desviarse a Quito para recoger allí a otros extranjeros que regresaban a España.
Ese miércoles de 2020, el país ya había pasado su primera noche bajo un toque de queda decretado por el entonces presidente Lenin Moreno (2017-2021) con el objetivo de contener la propagación de la covid-19, que empezaba a impactar especialmente a Guayaquil.
El caso catalogado como 'cero' en Ecuador había aterrizado en la ciudad a mediados de febrero proveniente precisamente de España y había fallecido días antes del cierre del aeropuerto en un hospital público. Por esos días, los contagios aumentaron rápidamente y los centros médicos empezaron a llenarse de personas con síntomas de la enfermedad.
Pulso al Gobierno
Viteri relató que el día del cierre de la pista había recibido una llamada del entonces vicepresidente Otto Sonnenholzner, quien, dijo la exalcaldesa, había salido a decir al país que de Guayaquil nadie entraba ni salía.
"Cercándonos sin mandarnos alternativa de ayuda, ese mismo día convocó a todos los extranjeros que estaban en el país para que vengan a Guayaquil", recuerda Viteri, quien fue alcaldesa entre 2019 y 2023, auspiciada por el conservador Partido Social Cristiano (PSC).
"¿Por qué no los convocó para que vayan a otro aeropuerto? ¿Por qué Guayaquil? Porque estábamos condenados, porque aquí no importaba si morían más. Entonces, no, aquí se iba a cumplir lo que dijo: 'Nadie entra y nadie sale'", agregó.
Fue entonces cuando se enteró de que el Gobierno había dado luz verde para que dos aviones provenientes de Madrid y de Ámsterdam aterrizaran en la ciudad para llevarse pasajeros, algo a lo que ella se negó.
"Se creó un mito porque un helicóptero sobrevoló el aeropuerto para impedir que despegara el vuelo que nunca despegó de Quito, porque ya estaba advertido el vicepresidente de que aquí no iba a entrar más gente", recordó.
"Las tomas (donde se ven los automóviles desplegados en la pista del aeropuerto) fueron desde un helicóptero, no desde el vuelo, que todo el mundo decía que era el avión que no podía aterrizar. Nunca despegó el avión de Quito", aclaró sobre una captura de pantalla de un video tomado desde una cabina de una aeronave que se viralizó a nivel mundial.
Investigación aún abierta
La decisión de la exfuncionaria derivó en una investigación fiscal que en primera instancia determinó que no había tenido participación en algún delito, aunque Viteri aseguró que aún sigue en un proceso judicial por esta incursión.
"Pero a mí me tiene sin cuidado. Mi conciencia está totalmente tranquila porque mi deber era cuidar a los guayaquileños, cuidar a los que vivían aquí; esa era mi responsabilidad", añadió.
"Aquí no iban a traer a cientos de cientos de personas posiblemente contagiadas de coronavirus en hacinamiento para que sigan contagiando y matando gente en la ciudad", indicó.
Guayaquil fue el epicentro de la pandemia de la covid-19 en Ecuador, llegando a registrar cientos de muertes entre las últimas semanas de marzo y las primeras de abril. Internacionalmente fue catalogada como la 'Wuhan de Ecuador', en referencia a la ciudad china donde iniciaron los contagios.
Debido al colapso de los hospitales y de las funerarias, las calles de la ciudad se llenaron de cadáveres, ante la imposibilidad también de los equipos de Criminalística de acudir rápidamente a las llamadas de auxilio que hacían los familiares de los fallecidos.