"Este evento (...) abre grandes posibilidades para la industria de defensa de Brasil y para consolidarnos como una potencia en el sector", afirmó Múcio ante cerca de 200 delegaciones, incluyendo ministros y altos oficiales de países de América Latina.
El ministro explicó que los fabricantes brasileños de equipos militares y de seguridad realizaron el año pasado exportaciones a 140 países por 1.780 millones de dólares, valor en un 22 % superior al de 2023, y fueron responsables por el 3,58 % del PIB del país.
Múcio recordó que el Gobierno brasileño lanzó este año un nuevo programa de incentivo a la industria de defensa que prevé inversiones por 112.900 millones de reales (unos 19.867 millones de dólares), de los que un 70,1 % son recursos públicos.
El principal objetivo del programa es elevar el dominio de las tecnologías actualmente esenciales para la defensa y la soberanía, como radares, satélites y cohetes, del actual 42 % hasta el 55 % en 2026 y hasta el 75 % en 2033.
El programa también busca el desarrollo de proyectos en otras áreas estratégicas como energía nuclear, sistemas de comunicación y sensores, sistemas de propulsión y vehículos autónomos y drones.
Múcio dijo que futuras fases tienen que incluir proyectos en inteligencia artificial y nanotecnología, que presentan gran potencial para la industria de defensa.
La feria cuenta con la presencia de cerca de 400 expositores de 28 países y expone una amplia gama de aeronaves, helicópteros, vehículos blindados, submarinos, armamento, municiones, sistemas de interceptación y captura de imágenes y equipos de control de acceso y seguridad personal.
Entre los expositores destacan empresas como Embraer, Helibras, Airbus, AEQ, Iveco, Edge, Taurus, Condor, AEL, SAAB, Imbel, Aeromot, Aselsan, Lockheed Martin, Norinco, BAE System, Beretta y Leonardo.