El Segundo Tribunal Militar del distrito occidental declaró culpables a Maxim Vorótnikov, Vladímir Scherbátov, Nikolái Kalnitski y Serguéi Kritin por cometer actos terroristas y les sentenció a entre 15 y 16 años de prisión.
La Fiscalía estipuló que los militares cruzaron ilegalmente la frontera rusa a fines de septiembre del año pasado y posteriormente prosiguieron hasta llegar a la localidad de Vesióloe.
Posteriormente, bloquearon la localidad y cometieron los actos que se les imputan.
"Los militares se establecieron en las posiciones asignadas con el fin de bloquear y mantener el control de la localidad, crearon puestos de observación y control en las zonas boscosas adyacentes, en el cementerio y en las cercanías del ferrocarril", dice el informe.
Según la Fiscalía, "durante su estancia en el territorio ocupado cambiaron repetidamente de posiciones, vigilaron las acciones de las fuerzas rusas, transmitieron información sobre estas, presionaron a los órganos de gobierno estatales y locales e intimidaron a civiles".
Los soldados fueron posteriormente detenidos por el ejército ruso.
En las últimas semanas la Justicia rusa ha condenado a penas similares a varias decenas de uniformados ucranianos.
Recientemente, Rusia llevó a cabo una importante contraofensiva para recuperar su territorio y expulsar a las tropas ucranianas del país, pero Kiev todavía controla una pequeña franja a lo largo de la frontera con Kursk, donde inició una incursión en agosto de 2024.