Tras su elección como nuevo pontífice, anunciada mediante la fumata blanca a las 18.08 horas (16.08 GMT), el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost compareció poco más de una hora después ante miles de fieles concentrados en San Pedro.
Allí dijo que Dios ama a la humanidad "incondicionalmente" y animó a caminar "unidos, de la mano", con la premisa de que "el mal no prevalecerá".
Emocionado al salir al balcón de San Pedro, León XIV añadió que la paz ha de ser "humilde y perseverante".