“Europa tiene la fuerza económica y financiera para hacer valer sus propias razones y obtener un acuerdo equitativo y de sentido común. Italia hará su parte. Como siempre”, declaró la mandataria.
Asimismo explicó que su Gobierno mantiene “un estrecho contacto” con la Comisión Europea y el resto de partes implicadas en la negociación sobre los aranceles.
“Una guerra comercial interna en Occidente nos debilitaría ante los retos globales que juntos afrontamos”, avisó.
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Esta fue la primera reacción de Meloni al anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 30 % a la UE a partir del 1 de agosto.
La primera ministra italiana había sido criticada por la oposición ya que mantiene una conocida buena relación con Trump y el pasado abril voló a Washington para negociar con él en su guerra comercial con Europa.
Ayer el Gobierno italiano se limitó a publicar un comunicado en el que instaba a Bruselas a seguir negociando con Estados Unidos.
“El Gobierno italiano sigue con gran atención el desarrollo de las negociaciones en curso entre la UE y Estados Unidos, respaldando plenamente los esfuerzos de la Comisión Europea que serán intensificados en los próximos días”, aseguró.
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Además expresaba su “confianza en la buena voluntad de todas las partes para llegar a un acuerdo equitativo que refuerce Occidente en su totalidad”.
Esto porque, subrayaba, “en el contexto actual no tendría ningún sentido desencadenar un choque comercial entre las dos orillas del Atlántico”.
“Ahora es fundamental permanecer concentrados en la negociación, evitando las polarizaciones que complicarían el logro de un acuerdo”, terminaba la nota.
Un informe de la asociación de consumidores Coldiretti ha estimado en 2.300 millones de euros los “daños directos” a las familias estadounidenses y al sector agrícola italiano por la imposición de aranceles del 30 % de Trump.