En una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino Guo Jiakun aseguró hoy que Pekín sigue “muy de cerca” la situación en Birmania y reiteró el respaldo de China a los esfuerzos del país por “mantener la estabilidad nacional” y “alcanzar la paz y la reconciliación”.
“China apoya a Birmania en la búsqueda de una vía de desarrollo acorde con sus condiciones nacionales”, indicó Guo, quien también manifestó el deseo de su país de que todas las partes implicadas “resuelvan adecuadamente sus diferencias por medios políticos y dentro del marco constitucional y legal”.
El portavoz subrayó que China mantiene su principio de “no injerencia en los asuntos internos” de otros países, pero expresó la disposición de Pekín a “seguir promoviendo activamente la paz, facilitar el diálogo y desempeñar un papel constructivo” si así lo requieren las partes birmanas.
Estas declaraciones llegan el mismo día en que la junta militar birmana confirmó que las elecciones generales tras el levantamiento del estado de emergencia se celebrarán en diciembre, aunque sin precisar la fecha exacta.
El anuncio fue realizado por el general golpista Min Aung Hlaing, quien lidera la transición tras el golpe de Estado de febrero de 2021 que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi y puso fin a una década de apertura democrática.
La oposición birmana, liderada por el Gobierno de Unidad Nacional (NUG), tildó los futuros comicios de “farsa”, mientras que las fuerzas prodemocráticas y algunas guerrillas siguen enfrentadas al Ejército en varios puntos del país.
En los últimos días, la junta ha endurecido el marco legal electoral con nuevas leyes que castigan con prisión o incluso con la pena de muerte a quienes obstaculicen el proceso, lo que ha generado preocupación entre organizaciones internacionales y actores regionales.