Sánchez, desde Copenhague, donde participó en la cumbre de la Comunidad Política Europea no quiso ir más allá de momento, mientras el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, convocaba a la encargada de negocios de Israel en España, Dana Erlich, responsable de la Embajada, para protestar por esta actuación y pedir que se respeten los derechos de los detenidos.
El Ministerio de Exteriores tiene localizados a 65 activistas españoles que viajaban en la flotilla Global Sumud, pero no dió datos de los detenidos, que pueden ser una treintena y entre los que está la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, como confirmó el equipo jurídico de la flotilla.
Previsiblemente, serán acusados de entrar ilegalmente en el país y serán expulsados en 72 horas como ocurrió en situaciones anteriores.
En este sentido, Albares subrayó que no aceptará otra acusación, refiriéndose a la vinculación que hizo el Gobierno israelí de la misión con Hamás, e insistió en que estas personas no representan ninguna amenaza para nadie y su objetivo era únicamente humanitario.
España, que ya puso en marcha el dispositivo consular de ayuda a los detenidos y está en contacto con las autoridades israelíes, mantendrá también en la zona el buque de la Armada 'Furor', que continúa bordeando la zona de exclusión declarada por Israel, hasta que se normalice la situación.
Sobre la expedición, el Ministerio de Exteriores israelí dio este jueves por concluida la operación que inició ayer contra la flotilla e informó de que los detenidos, de diferentes nacionalidades, se encuentran bien y van camino de Israel, desde donde empezará su deportación hacia Europa.
Los socios de coalición de los socialista en el Gobierno, el grup de izquierda Sumar, mostraron discrepancias y se quejaron de "cierta tibieza", como apreció la vicepresidenta segunda y líder de Sumar en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, quien condenó la detención de los activistas y exigió a la UE que rompa todo tipo de relaciones con Israel.
Uno de los ministros de este grupo, Pablo Bustinduy, titular de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 , acusó a los responsables de llevar este asunto en el Gobierno de no haber hecho lo suficiente para impedir "este lamentable desenlace".
En el partido de izquierda Podemos (anterior socio de los socialistas), su líder, Ione Belarra, se centró en exigir a Sánchez que denuncie ante la Corte Penal Internacional este "crimen de guerra" de Israel y que la Audiencia Nacional española actúe contra el Gobierno de Benjamín Netanyahu por el "secuestro de españoles".
También la Conferencia Episcopal Española (CEE), sin referirse a la flotilla, entró hoy en la cuestión de Gaza y lamentó que Israel esté dando una respuesta "desproporcionada e inhumana" por los "crímenes execrables" cometidos por Hamás el 7 de octubre.
Por parte de la oposición, en el conservador Parido Popular (PP) destacaron las críticas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, abierta defensora de la política del Gobierno israelí, quien calificó a la flotilla como una "asamblea de facultad flotante" cuyos integrantes no habrían aparecido "ni locos" en las costas gazatíes si realmente creyeran que Israel es un Estado "genocida".
Mientras tanto, en una treintena de ciudades españolas se suceden las manifestaciones en contra del "genocidio" de Israel y para solidarizarse con los tripulantes de la expedición interceptada.