Detenido en España por introducir billetes falsos de 200 euros fabricados en Bulgaria

Barcelona, 20 dic (EFE).- La policía de Cataluña (noreste de España) detuvo en la localidad de Amposta a un hombre por introducir en el circuito económico billetes falsos de 200 euros, de muy alta calidad y difíciles de detectar, fabricados en Bulgaria.

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La policía catalana informó este sábado en un comunicado de que el hombre, de 45 años y con antecedentes por tráfico de drogas, fue detenido el pasado 16 de diciembre como presunto autor de un delito de falsificación de moneda y efectos timbrados.

Inicialmente, ninguna de las personas que recibieron un billete de este tipo se dio cuenta de que era falso, y solo se detectó el fraude cuando fueron ingresados en cajeros automáticos, que daban aviso de que debían pasar una comprobación.

"De hecho -destacó la nota de la policía-, el nivel de calidad de los billetes era tan elevado que, incluso, en uno de los casos, una de las víctimas pudo ingresar el dinero en su cuenta corriente y efectuar diversos pagos con normalidad".

Fue días después cuando la misma entidad bancaria informó al cliente de que los billetes habían sido retenidos para ser analizados, ante la sospecha de que fueran falsos.

Con toda esta información, los agentes identificaron al hombre que distribuía los billetes, que vivía en un caserío de Amposta, en la provincia de Tarragona.

El pasado día 16, los agentes, con efectivos de la unidad ARRO (Área regional de recursos operativos), entraron en la finca, donde intervinieron 9.300 euros en billetes falsificados de cien euros cada uno de ellos, que ya estaban preparados para ser introducidos en el circuito económico.

El detenido pasó a disposición judicial el pasado día 18 mientras los agentes mantienen abierta la investigación del caso, ante la sospecha de que pueda haber más personas implicadas y para comprobar si se introdujeron más billetes falsos en otros puntos del territorio.

La policía de Cataluña señaló que los billetes de 200 euros son de los más utilizados en las redes de falsificación ya que se obtiene un alto rendimiento económico con un reducido volumen de papel moneda. Además, no generan tanta sospecha como los de 500 euros.

Este tipo de billetes, en su mayoría reproducciones de la antigua serie del euro, se fabrican principalmente en talleres clandestinos de Bulgaria y, posteriormente, se distribuyen por Europa con canales criminales organizados.

Su calidad hace que sea prácticamente imposible detectarlos excepto si se observa por la parte posterior el valor facial del billete impreso en color morado. Si con el movimiento no cambia de color a verde, es moneda falsa.

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