Los vecinos preocupados e indignados por esta situación denunciaron que está demostrado que los ciudadanos de escasos recursos económicos, si no tienen cómo solventar una intervención, deben resignarse a morir o aguantar el dolor en sus ranchos.
El joven hace cuestión de un mes salió como para realizar trabajo de poda en casa de un vecino -quien también es de escasos recursos económicos- y en un momento dado cayó del árbol, desde una altura considerable y se golpeó la columna. Inmediatamente fue trasladado al Hospital Distrital local y luego derivado al Hospital del Trauma. Lo diagnosticaron “fractura de la columna dorsal”, según su madre Alodia Medina Arce.
Lo preocupante es que al joven le dieron el alta y vino a su casa con una sonda puesta, nadie sabe si cómo debe desenvolverse, vive en una humilde vivienda junto a su madre. El joven se encuentra totalmente inmovilizado, en su pieza donde el sofocante calor y el dolor le desespera. La casa no tiene energía eléctrica, ni siquiera para que se le pueda instalar un ventilador, tampoco tienen ventana ni puerta.
Ante las condiciones en que viven y siendo totalmente insolventes apelan a la solidaridad ciudadana. El joven Simón tampoco pierde la esperanza que las autoridades locales o departamentales puedan ayudarlo y así alguna vez pueda volver a caminar.
Los vecinos se organizaron y con lo que pueden están ayudando para que puedan subsistir en este difícil momento. La madre del accidentado trata también a salir adelante al vender hierbas medicinales y limón por la ciudad. Para la intervención quirúrgica se precisa más de G. 17 millones.
Pese a dicha situación Simón no pierde la esperanza que la ciudadanía o las autoridades locales o departamentales puedan ayudarlo y alguna vez pueda volver a caminar. Conociendo la situación de extrema pobreza en que vive el joven junto a su madre, las personas de buen corazón pueden comunicarse con uno de los emprendedores de este maratón solidario, Fermín Matto, al (0981) 482 693.