Monseñor Pedro Collar Noguera en gira pastoral visitó, el último fin de semana, las parroquias alejadas del departamento de Ñeembucú. Estuvo por Laureles, Paso de Patria, General José Eduvigis Diaz, Humaitá y Puerto Itá Pirú, entre otras localidades. El mensaje del obispo es celebrar la Navidad en familia, como cristiano, contemplando el pesebre y reflexionando sobre el nacimiento de Jesús, quien vino para salvar a la humanidad.
“Navidad es un tiempo para la contemplación”, dijo monseñor Collar Noguera, al tiempo de señalar que la situación por la que atraviesa la humanidad a causa de la pandemia del COVID-19 debe ser una oportunidad para una fructífera celebración de la Navidad. Añadió que la actitud del creyente debe ser de admiración de este gran misterio cual es la venida del salvador.
Lea más: Celebrar la Navidad con responsabilidad
“Es Dios que se aproxima a la humanidad, a todos y cada uno de nosotros. Debemos cultivar esta dimensión de la vida cristiana con una actitud de escucha, generando el silencio para experimentar el inmenso amor que Dios nos tiene”, enfatizó monseñor Collar Noguera.
Pidió a las familias a tener como modelo a Jesús, la Virgen María y José. “La Navidad nos convoca a la solidaridad. El primer solidario es el Niño Dios porque se ubica en el lugar de cada uno; por eso, conoce nuestras dificultades, sufrimientos y desde esa actitud Dios nos ayuda, nos anima y nos acompaña”, expresa el obispo.
Explicó que la solidaridad implica mirar al prójimo con serenidad y ofrecerle presencia, dialogo y escuchar sus problemas para reconfortar y dar esperanza.
El obispo en todo momento pidió revalorizar la familia donde los padres e hijos, delante del pesebre, deben orar, reflexionar y compartir juntos en esta Navidad.