Hace un cuarto de siglo ocurría la peor tragedia aérea del Paraguay

Tapa y contratapa del suplemento especial de 12 páginas denominado “Tragedia aérea”, publicado por ABC Color el 5 de febrero de 1996.
La nave se estrelló seis segundos después de despegar del aeropuerto Silvio Pettirossi de Luque.
Un vecino muestra una foto de la tragedia. En el fondo se ve cómo es actualmente el mismo lugar.
Una familia perdió a 11 miembros, ya que justo ese día se llevaba a cabo un encuentro anual en el barrio Monseñor Bogarín de Mariano Roque Alonso.
La caída del avión carguero colombiano dejó como saldo 22 fallecidos, que fueron los 4 tripulantes y 18 vecinos, 13 de estos eran niños.
Al lado mismo del lugar donde cayó el avión, incluso desde el techo de una casa, vecinos observaron lo ocurrido.
La caída del avión DC-8 colombiano dejó devastación total en el barrio Monseñor Bogarín de Mariano Roque Alonso.
Foto que muestra el perímetro que abarcó la peor tragedia aérea registrada hasta ahora en Paraguay.

Aunque el recuerdo aún permanece fresco en la memoria de muchas familias, ya pasó nada menos que un cuarto de siglo desde la peor tragedia aérea ocurrida en Paraguay. Fue un caluroso domingo de 1996 cuando un avión carguero colombiano cayó en Mariano Roque Alonso seis segundos después de despegar del aeropuerto Silvio Pettirossi de Luque.

audima

La fecha más trágica para la aviación paraguaya sigue siendo el 4 de febrero de 1996.

Aquel día, a las 14:12, un avión carguero colombiano DC-8 se estrelló en el barrio Monseñor Bogarín de Mariano Roque Alonso, solo seis segundos después de despegar del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi.

La enorme nave de la compañía Líneas Aéreas del Caribe (LAC) tenía tres tripulantes y un pasajero, todos colombianos.

La máquina, que ya tenía cuando eso 40 años de uso, aterrizó esa madrugada en Paraguay con 30 toneladas de carga, entre electrónica y hasta un automóvil.

En pleno despegue, los dos pilotos le hicieron una broma al otro tripulante, un mecánico de aviación, quien hacía uno de sus primeros vuelos.

La joda consistía en apagar los motores para asustar o medir la capacidad de reacción del novato, aunque esa fue la receta del desastre, debido a que la máquina ya no reaccionó a tiempo porque aún no había ganado tanta altura ni fuerza.

El DC-8 de LAC se estrelló justo en un baldío donde funcionaban canchas de fútbol y vóley, aunque también arrasó con tres casas.

El saldo de fallecidos fue de 22 personas. Murieron los cuatro tripulantes más 18 vecinos, de los cuales 13 eran niños.

Una familia perdió a 11 integrantes. También perecieron un joven matrimonio y su bebé de tres meses, por ejemplo. Varios niños más salieron heridos o quemados.

La caja negra del avión, que contenía la grabación de las voces en la cabina, fue robada por los curiosos, aunque fue recuperada varios días después incluso con el ofrecimiento de una recompensa.

El avión colombiano debía hacer escala en Brasil, donde iba a bajar el pasajero, que era un médico colombiano que hacía una especialización en ese país.

El diario ABC Color, en concordancia con la magnitud del evento, publicó al día siguiente una tapa envolvente con las principales fotos del accidente aéreo y además un suplemento especial de 12 páginas, cuya tapa y contratapa aparecen en la foto principal de esta página.

Los fotógrafos Jorge Cáceres (fallecido) y Virgilio Vera (hasta ahora en ABC Color) fueron los primeros en arribar a la escena y quienes captaron las imágenes más significativas de la tragedia que conmocionó a todo el país, así como a gran parte del mundo que se hizo eco de la noticia.

Las fotos publicadas en esta nota fueron captadas aquel triste domingo en Mariano Roque Alonso, ciudad que nunca olvida lo sucedido, pese a que ya pasaron 25 años.

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