Obispo de Caacupé, apenado por las fiestas clandestinas

El obispo dedicó la misa dominical en la Basílica de la Virgen de los Milagros de Caacupé, especialmente a todos los enfermos de covid-19, así como a aquellos que perdieron la vida a causa de la enfermedad. Instó a rezar para que tomen conciencia aquellas personas que siguen violando el protocolo sanitario dispuesto para mitigar la propagación del virus.

“Queremos hacer una llamada fuerte a aquellos hermanos nuestros que parece aún no creen que exista el coronavirus, el covid-19. Todo lo que ya estamos viviendo con cuánto dolor, con cuánta aflicción, cuánta angustia. Los hospitales abarrotados y el personal de blanco y médicos ya no saben qué hacer, porque no hay insumos, no hay lugar, no hay terapias, ya no hay espacio y no podemos seguir así”, reflexionó apenado el obispo.

Monseñor Valenzuela dijo que la llamada de atención es especialmente para las personas que siguen violando las restricciones llevando una vida social normal. “Le pedimos fuerte a todos los que se dedican a hacer aquellos encuentros, bailes, fiestas clandestinas y una vida nocturna y una vida social muy activa; creemos que no es tiempo para ello”, asintió el religioso.

El obispo admiró a dos personas que con sentimientos diferentes participaron de la misa para dar gracias a Dios luego de momentos difíciles a causa del covid-19. “Estas personas que hicieron su ofrenda, esta señora vestida como la Virgen (de Caacupé), viene aquí a traer su ofrenda, su alegría, porque ya se curó del covid- 19. El otro señor vino a traer su dolor, porque hace ocho días le perdió a su madre y está con ese dolor y viene a traerle al Señor. Tomemos conciencia”, puntualizó Valenzuela.