Maleante con prisión domiciliaria lideró asalto a delivery en el barrio Kennedy de Capiatá

Un maleante, actualmente beneficiado con medidas alternativas a la prisión fue identificado como integrante de la banda que esta madrugada se alzó con una moto, unos G. 400.000 y una máquina portátil de cobranza al asaltar a un delivery de una cadena de farmacia en el barrio Kennedy de Capiatá. Horas después, la pareja del sospechoso fue detenida en el inquilinato que usaban de escondite, donde también se encontró todo lo robado.

Mónica Araceli Galeano Rojas, detenida tras el allanamiento de un aguantadero de asaltantes, ubicado en el barrio Kennedy de Capiatá.
Mónica Araceli Galeano Rojas, detenida tras el allanamiento de un aguantadero de asaltantes, ubicado en el barrio Kennedy de Capiatá.

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Se trata de Walter Javier Cardozo Alonso (25), actualmente procesado por un hecho de hurto agravado, pero con medidas alternativas a la pena carcelaria (prisión domiciliaria), que le fue otorgada por la jueza Nunila González de J. Augusto Saldívar y que debía cumplir en una propiedad ubicada en la zona de Reducto, San Lorenzo.

Pero según la Policía, el sospechoso junto a otros tres cómplices asaltaron, en los primeros minutos de la madrugada, al delivery Manre Jeremías Mereles Fernández (28), a quien interceptaron tras entregar un pedido en el barrio Kennedy. El trabajador fue despojado a punta de revólver de su motocicleta, a más del dinero y hasta su máquina de cobranza (Post para tarjetas).

Gracias a que la motocicleta contaba con sistema de rastreo satelital, los agentes de la comisaría jurisdiccional, al mando del subcomisario Héctor Espínola ubicaron el vehículo en un inquilinato ubicado en medio del asentamiento San Ramón, no muy lejos del lugar del asalto.

En el sitio, los intervinientes ubicaron a Cardozo, quien al percatarse de la presencia policial saltó por encima de la muralla y escapó amparado en la oscuridad. En la casa alquilada quedó la pareja del fugitivo, Mónica Araceli Galeano Rojas (19), otras dos motocicletas robadas, el arma que usaban para asestar los golpes, un revólver calibre 32 y máquinas tragamonedas, que también robaban, además de otras evidencias.

La joven fue detenida y, junto con todas las evidencias, fue remitida a la subcomisaría de la compañía Kennedy, donde quedó a cargo del Ministerio Público, según informaron.

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