El niño iba en el cubículo de atrás de la camioneta Ford F-1000 manejada por su padre, Rosalino Insaurralde Armoa (30), aparentemente sin el cinturón de seguridad ni la silla de protección para los niños, y en un camino en mal estado la puerta del lado donde estaba el pequeño Rafael Insaurralde (5) se abrió y él fue a parar justo bajo las ruedas del rodado.
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Lamentablemente, el padre no pudo detener la marcha rápidamente y arrolló a su propio hijo. Si bien lo auxilió de manera urgente, el pequeño falleció en la Unidad de Urgencias Pediátricas de Pedro Juan Caballero, informó el corresponsal Gilberto Ruiz Díaz.
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Este triste accidente ocurrió debido a que el pequeño iba sin ninguna medida de protección, situación que vemos casi a diario: niños menores de 12 años viajando en el asiento frontal de vehículos, cuando por seguridad está prohibido, o bien, niños menores de cinco yendo sin la silla de seguridad y sin el cinturón abrochado.
Por ejemplo, el pasado 11 de octubre un niño de tres años falleció debido a un traumatismo de cráneo grave que sufrió cuando su padre ebrio realizó una maniobra imprudente y el pequeño, que estaba sin el cinturón de seguridad, impactó contra el vidrio de la ventana de atrás.