Acha refirió que en la lucha anticontrabando, además de reforzar los controles en las fronteras, por donde ingresan los productos, y endurecer los castigos también se debe trabajar en incentivos para el consumidor y el productor local.
El profesional indicó que entre los incentivos para el consumidor bien podrían estar, por ejemplo, permitir compensar o deducir el 100% del IVA crédito de las compras. Hoy en día limitado por las disposiciones de la Ley 125/91, que establece en qué casos el profesional independiente puede deducir el IVA de sus gastos.
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Al ser consultado sobre esta propuesta, el viceministro de Tributación, Óscar Orué, reiteró que dicho planteamiento no es viable y nuestro país tiene una de las tasas más bajas del IVA en la región, por lo que no está de acuerdo en abrir la posibilidad ampliar la deducibilidad de este tributo. Añadió que la lucha anticontrabando debe apuntar a trabajar más fuertemente en incentivar la formalización, como también en el control y represión.
Cabe señalar que hay un par de proyectos legislativos en estudio que apuntan a modificar este aspecto, para ampliar la deducción a gastos de alimentación, aseo y mantenimiento del hogar.
Incentivos al productor
En cuanto a los incentivos a los productores nacionales, debe estar en facilitar la formalización, hacer más fácil el acceso a la bancarización, ayudar al que quiere formalizarse, menos trabas y burocracias que terminan desalentando al que quiere emprender de forma legal, entre otras acciones que se pueden impulsar para recuperar la posición de los productos locales en el mercado interno.
Según estudios preliminares de PRO Desarrollo, la participación de productos nacionales en mercado interno se redujo entre 30 y 80%. “Hoy la azucarera nos dice que la mitad de azúcar que consumimos es de contrabando, quiere decir que es una cadena monstruosa que opera en la ilegalidad”, afirmó Acha.
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Se estima que unas 90.000 toneladas de azúcar ingresan de contrabando por año, lo que representa el 45% del mercado nacional.
“La porosidad que tiene nuestras fronteras facilita la filtración desde azúcar, hasta cocaína, porque el camino está abierto, lo que varía es el peaje”, expresó el profesional.
Según detalló, las respuestas de los encuestados revelan que ellos no tienen el deseo de ser informales, pero no tienen la capacidad económica para ser formales.
El director de PRO Desarrollo advirtió, además, que el impacto mayor del contrabando se va a dar cuando se abran totalmente las fronteras con Argentina. “Ahí se va a sentir realmente la devaluación. Y ante esto, tenemos que dotar de mayor control y seguridad, e incentivos para que la gente compre de manera legal”, manifestó.
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