La Constitución Nacional no es un libro de letras muertas, indicó el Mons. Claudio Giménez

Monseñor Giménez quien abordó el tema “Los laicos: hombres y mujeres de la Iglesia en el corazón del mundo y hombres y mujeres del mundo en el corazón de la Iglesia”, pidió a las autoridades que “son laicos” y a todos a cumplir con la Constitución Nacional. “No hay libro de letras muertas”, afirmó el obispo emérito

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En el séptimo día del novenario de la Virgen, la misa fue presidida por el Mons. Claudio Giménez, obispo Emérito de Caacupé, quien en su homilía instó a los laicos a construir un país en donde impere la verdad y no la mentira, impere la vida y no la muerte. Los laicos deben evangelizar y construir una nueva sociedad en la se quiere vivir en paz. A través de ustedes la iglesia se proyecta y penetra ese mundo, porque ustedes son iglesias y la iglesia del Espíritu Santo actúa, se proyecta y penetra en el mundo.

Pidió a las autoridades que “son laicos” y a todos a cumplir con la Constitución Nacional. “No hay libro de letras muertas”, afirmó el obispo emérito, e hizo un llamado a la necesidad de crear fuentes de trabajo e industrias para evitar las migraciones hacia Asunción, San Lorenzo o Capiata y otros centros urbanos en busca de trabajo.

Monseñor Giménez hizo un llamado fuerte a los que viven en el ocio. “Los que se sientan, los tekorei (haraganes) y no hacen nada. Asimismo, señaló la necesidad de justicia y del buen funcionamiento de las instituciones en manos de los laicos cristianos, de no esperar que otros hagan lo que cada laico debe hacer según sus funciones y sus responsabilidades.

Mencionó los males que agobian a la sociedad paraguaya como los “robos, asaltos, muertes, las corrupciones y el sicariato”, que se dan muchas veces por falta de trabajo. Al mismo tiempo resaltó que “alegra ver que muchos trabajan en construcciones de casas, edificios y rutas, puso de ejemplo las obras que se ven camino a Caacupe”.

Por otra parte lamentó, la situación deplorable que atraviesa la educación, “nuestros jóvenes se merecen lo mejor”, remarcó al tiempo de hacer una crítica a las falencias en la educación. Advirtió que todas las instituciones deben funcionar y que los laicos, la ciudadanía debe poner de su parte. Puso énfasis en la necesidad de ser justos cada uno consigo mismo.

“No se puede exigir justicia si uno es injusto”, apuntó monseñor Giménez, en relación a las ocupaciones y desalojos dijo que trae muchas preocupaciones e intranquilidad. Advirtió que los laicos exigen derechos. “Tengo derecho y tengo derechos, pero dónde quedan las obligaciones?. Interrogó. Finalmente dijo que la tarea le corresponde a todos y que nada se puede hacer solos y desconectados de Dios.

Recalcó que en todos estos pensamientos, le preocupa que se debe cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional, repitiendo que “no son letras muertas”. Finalizando con su homilía el obispo dijo que el Paraguay necesita de paz y quiere vivir en paz. Apuntó que el país necesita de una “nueva evangelización” y que él se compromete a trabajar por esa nueva evangelización.

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