Obispo pide luchar contra la corrupción, y defender la vida

NUEVA ITALIA. El obispo de la diócesis de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, instó a luchar contra la corrupción, los vicios y defender la vida desde la concepción. Igualmente, pidió imitar la vida de San Isidro Labrador, un hombre solidario dedicado a Dios y al trabajo. Fue durante la misa central en honor al protector de esta localidad, San Isidro Labrador. Tras la celebración eucarística se realizó la procesión de la imagen. El próximo lunes 22 se cierra la puerta santa con la clausura del año jubilar.

Procesión de la Sagrada Imagen de San Isidro Labrador, protector espiritual de la localidad de Nueva Italia.
Procesión de la Sagrada Imagen de San Isidro Labrador, protector espiritual de la localidad de Nueva Italia.ABC COLOR

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El obispo de la diócesis de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, ofició la misa central en honor al protector espiritual de la localidad de Nueva Italia, San Isidro Labrador.

La autoridad eclesial reflexionó sobre la realidad que atraviesan las familias paraguayas, y, en ese contexto, pidió luchar contra la corrupción y defender la vida.

El religioso enfatizó la necesidad de luchar contra la corrupción imperante, las adicciones, en especial las drogas, y decir un no rotundo al aborto, porque estos flagelos perjudican a las familias y a la sociedad toda.

“Nuestro país es el único que aún está en contra del aborto, ya que todas las otras naciones están a favor del aborto. Esto atenta contra el proyecto de Dios y de las mismas familias, ya que se está truncando la vida de un ser humano”, expresó el religioso.

Obispo pide luchar e imitar a San Isidro

Instó a seguir e imitar la vida de San Isidro, un hombre justo, que dedicó su vida a Dios, a la oración permanente y al trabajo digno, además practicaba la solidaridad. Nunca dudó en ayudar y compartir su cosecha con los más necesitados.

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“San Isidro nunca se desprendió de Dios, y siempre tuvo buena cosecha, además compartía con los más necesitados, y nosotros debemos practicar la solidaridad, tenemos que desechar todo tipo de egoísmo”, resaltó el prelado.

Robledo pidió cuidar de la familia y de los jóvenes, luchar contra las adicciones, como las drogas, el mal uso de la tecnología, como el celular y las computadoras. Y evitar caer en las tentaciones, que permanentemente se ofertan por internet.

“La droga está perjudicando a las familias, vemos cómo los jóvenes se enfrentan a sus padres, cometen crímenes, por culpa de las adicciones y debemos acompañar, asistir más de cerca a los hijos y evitar que abusen de internet, porque ahí se ofertan muchas cosas que dañan”, resaltó.

Obispo pide luchar con acompañamiento de los fieles

Tras la misa central se realizó la procesión de la imagen de San Isidro por las calles de la ciudad, y tuvo un importante acompañamiento de los fieles.

La marcha estuvo encabezada por el personal de Lince, de la Policía y jinetes de la zona.

La imagen principal no fue sacada para la procesión, debido a que se encuentra muy estropeada y precisa de una restauración minuciosa, según explicó el párroco local, presbítero Gustavo González.

Clausura del año jubilar

Mañana empieza el novenario por el octavario de la fiesta patronal y la clausura del año jubilar, por los 400 años de la canonización del protector de la localidad, San Isidro Labrador. El lunes 22 se cierra la puerta santa.

La misa de clausura del año jubilar está marcada para las 17:00 del lunes próximo, y será presidida por el obispo de la diócesis de San Lorenzo, Joaquín Robledo, tras la celebración se realizará el cierre de la puerta santa.

“Con mucha satisfacción y jubilo cerramos este año de gracia, de perdón y gozo de este año jubilar, que nos concedió el papa Francisco, por los 400 años de la canonización de nuestro santo patrono, San Isidro Labrador”, expresó el párroco, Gustavo González.

Sobre la Puerta Santa explicó que es el símbolo eminente del año jubilar o año santo. La misma invita a tomar conciencia del tiempo especial de gracia que el Señor, la puerta única y verdadera, nos regala para volver a Él, a convertirnos de nuestro egoísmo, dejar el pecado y volver al Dios de la vida.

“Cada vez que cruzamos una puerta santa ganamos una gracia especial, y esa es la indulgencia plenaria, cruzarla supone una renovación y una actitud de conversión y de arrepentimiento. La puerta santa significa todas esas cosas buenas y renovadas que tiene que poner el cristiano para cambiar de vida”, expresó el sacerdote.

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