La misión más complicada y dolorosa para el director de la Senad

Luis Rojas, director general de la Secretaría Nacional Antidrogas, lamentó que en la institución existan “narcoagentes”, refiriéndose al operativo en el que se detuvo a tres agentes.

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El director general de la Senad, Luis Rojas, expresó que el operativo del sábado en el que se detuvo a tres agentes del ente intentando vender droga “fue la misión más complicada y dolorosa de toda la carrera mía y mis colaboradores y algo muy desagradable para el ministro”.

Expresó que se trata de personas capacitadas en técnicas para la lucha contra la droga, pero que utilizaban ese conocimiento para la comisión de un hecho punible que es el tráfico de drogas.

“Usaban placa y pistola, lo que desnuda una realidad que nunca la negamos. Desde que asumimos, hablamos claramente de que teníamos dos frentes de batalla: la guerra contra el narcotráfico y la guerra interna contra la corrupción, muy relajada en los últimos años”, dijo Rojas a la 730 AM.

El director expresó que las medidas que se tomarán no consistirán solo en trasladar a los agentes a otras dependencias, ya que dicha práctica, muy común dentro de la Policía Nacional, sirve para “blanquear una situación perseguible judicialmente”.

“La Senad la encontramos en terapia intensiva; hay un esfuerzo para que pase a terapia intermedia. No jugamos con la vieja historia de las estadísticas que distorsionan las realidades, siempre asumimos la realidad de la corrupción interna. A raíz de este primer operativo anticorrupción se van desnundando los otros tentáculos de la estructura, hay más gente metida. Estamos asqueados, muy doloridos y con mucha rabia, porque esta es la gente que sabe cómo trabajamos, nos conoce, y la indignación es terrible”, recalcó.

Luis Rojas expresó que durante mucho tiempo tuvieron que “trabajar con el enemigo” para lograr la detención de los agentes corruptos. El mismo explicó que durante todo el tiempo que duró la investigación, detectaron evidencias de que se trata de una estructura más grande en la cual el negocio de la venta de informaciones es lo más barato.

“Es una estructura más grande, el gran negocio de menor inversión es la venta de informaciones cada vez que nos movemos nosotros, para esto tuvimos que simular viajes, estar lejos de la familia, tres directores tuvimos que jugarnos a la cabeza porque el circulo de confianza se achicó”, relató.

Hasta el momento se tienen evidencias que involucran a otros 15 agentes de la Senad, pero refirió que el número puede variar “minuto a minuto”. Indicó que los “narcoagentes”, además de dedicarse a la venta de la droga, informaban detalle a detalle sobre los operativos antinarcóticos.

“Hay varios más, más de 15 agentes, eso cambia minuto a minuto, nos vamos enterando de cosas asquerosas que uno se quiebra cuando se va enterando, y que la sociedad ya decía y nosotros escuchamos y no creíamos. En una mision, las posiblidades de enfrentamiento armado son inmensas, y que tu enemigo te esté esperando y sepa exactamente quiénes van, qué tipo de armamento, tecnología tenés...”, lamentó.

Desde que asumió Francisco De Vargas en la Senad, los operativos generaron ya una pérdida de 690 millones de dólares al narcotráfico. Señaló además que los “narcoagentes” entregaban la cabeza de sus colegas, poniendo en riesgo la vida de los mismos y la de sus respectivas familias.

Luis Rojas relató cómo los “narcoagentes” operaban estando dentro de la función pública.

Señaló que en ese sector se movían con mucha libertad para extorsionar a los distribuidores de drogas.

“Estos criminales asaltan a los distribuidores de droga, les roban la droga, la plata, y vuelven a vender, y hay conexiones peligrosas donde los agentes ya tienen contactos con proveedores mayores. No hablo de grandes proveedores, pero tienen dos sistemas de provisión: el robo o la provisión de drogas de otros agentes que se proveen de otros distribuidores”, explicó.

Señaló que extraer la droga incautada de los depósitos era casi imposible, ya que las mismas eran recluidas por orden judicial, previo análisis, y destruidas de inmediato frente a las partes.

Otro mecanismo de provisión de los “narcoagentes” era a través de las mulas, es decir, aquellas personas que tragan cápsulas de droga para transportarlas en su interior a cualquier punto del mundo.

“El único caso en que sí se puede robar droga es cuando aparecen los tragadores. A estos se los detiene en el aeropuerto, se les lleva a la base y entran en un proceso de evacuación donde la droga es evacuada, contada, pesada y analizada. La triste sorpresa es si una persona decía tener 40 ó 43 cápsulas, evacuaba 20, 25, 35 cápsulas; sorpresivamente, decía que no tenía más, y esa diferencia es la que otra estructurita de narcoagentes robaba y entregaba al sistema de comercialización”, señaló.

Aunque Rojas no desmiente que la corrupción existió siempre en la institución, indicó que este operativo dejó al descubierto que la ilegalidad ya llegaba a niveles groseros.

“Siempre hubo corrupción en la Senad, nunca a este nivel tan grosero. Antes hablabamos de colaboradores y ahora hablamos de narcoagentes, que son los futuros patrones de la organización, son la basura más peligrosa que existe”, recalcó.

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