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La técnica o estrategia de hostigamiento empleada por el EPP contra los policías y militares miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en el Norte sirve para reducir la moral de éstos en la lucha que tiene lugar allí, según apuntan fuentes oficiales.
Los ataques a las comisarías, 21ª de Kurusú de Hierro y 14ª de Azotey el pasado miércoles y a la que está ubicada en Nucleo 3 Arroyito, la noche del viernes, presentan elementos en común como el horario -entre las 20:00 y las 21:00-, la forma de proceder con disparos sin intención de dejar heridos y desde una ubicación distante -en promedio, a 200 metros del blanco-. Este tipo de amedrentamiento hace que los agentes de la FTC no puedan dormir ni descansar, provocando así su debilitamiento.
Según se maneja, el objetivo principal de los delincuentes es el destacamento División Táctica Rural (Ditar), localizado en Hugua Ñandú, pero primero necesitan realizar golpes en la dependencia policial de la zona y preparar una emboscada a los grupos de refuerzo. La intención del EPP sería apoderarse de la armería y luego izar la bandera que identifica al grupo criminal en el mástil del lugar, como símbolo de su “victoria”.