Pero no terminó allí; esto prosiguió en el 2021 para intentar llenar algunos bolsillos. Total, “el tanteo es libre”.
¿Tan endeble puede resultar el sistema de contrataciones públicas que motiva a “los perros”, por no decir lobos, a ofrecer cualquier insumo a las instituciones públicas, sin siquiera asegurar la calidad de lo ofrecido?
A esto se suma la necesidad de LA VACUNA ANTICOVID para una población que pide a gritos acceder a las dosis, para por fin tratar de liberarnos de tan miserable pandemia. Pero adivinen quién se presentó a intentar registrar la vacuna rusa, Sputnik V, en Paraguay. La respuesta parece un chiste, pero no, fue nada más y nada menos que “el clan Ferreira”.
El jueves, nuestro diario publicaba sobre Survycon SA, la primera empresa que intentó gestionar la adquisición de las dosis rusas, mediante el registro en la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), pero que finalmente retiró su solicitud por no cumplir con los requisitos. Desde Dinavisa, la directora María Antonieta Gamarra comentó que rechazaron el posible registro por la presentación de documentación “poco fiable”.
Lo grave de toda gravedad es que Survycon SA figura a nombre de Justo Ferreira y su hija Patricia Ferreira, imputados por la compra fallida de insumos chinos contra el covid-19 y la compra y provisión de medicamentos oncológicos, con presentación de facturas falsas. En este último caso, supuestamente entregaron fármacos, sin la garantía de calidad correspondiente, ya que provenían de la India y no del Brasil como “hicieron figurar”.
Esta última movida del clan Ferreira solo demuestra que aquellos que no aprenden a palos, aparentemente ya no cambian el camino a seguir, porque a pesar de ser sancionados por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) por 30 meses, con sus empresas Imedic y Eurotec, simplemente siguieron haciendo lo propio, “tantear” (esta vez, con otro nombre) para ver si lograban cerrar algún negocio. Hendy enero, entonces, hay que lucrar, podría haber sido el razonamiento. A duras cuentas, urge fortalecer los controles y la transparencia a nivel de la DNCP, de manera a evitar que el “tanteo libre” ni siquiera se vuelva una opción.