Los cambios y relevos

El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, procedió el viernes pasado –sorpresivamente para la ciudadanía en general– a una serie de cambios en su gabinete, que puede generar varias lecturas. Cada cual tiene su teoría propia y es perfectamente atendible. Pero quizás todos estamos de acuerdo en la incertidumbre que genera esta pregunta: ¿Mejorará la gestión?

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Los cambios en los gabinetes o de la administración de un país originalmente aspiran a modificar una realidad o al menos a darle una visión distinta, según requieren ciertas circunstancias del momento. Donald Trump no exigía uso de mascarillas y Joe Biden desde el primer segundo de mandato declaró el uso obligatorio de tapabocas, por citar un ejemplo conocido, reciente y bien visible.

Aterrizando a nuestra realidad, desde la calle se percibe que la renuncia de Ernst Bergen como director general paraguayo de Itaipú fue una sorpresa, a 17 meses de su nombramiento. Tal vez desde el seno del Ejecutivo ya se venía manejando esa posibilidad y se esperó el día “oportuno”, que se concretó el viernes a las 14:28.

Oficialmente desde el Palacio de López nadie explicó el o los motivos de su salida. Se debería haber hecho porque no basta el tweet frío del jefe de Estado ante tan importantes movidas: Itaipú, Relaciones Exteriores e Interior. Pero hay una versión extraoficial que podría ser la causa de la salida del señor Bergen: el mayor control que imprimió en el embalse de la central para evitar que sigan pasando cargamentos de contrabando a gran escala desde Paraguay hacia el Brasil, preferentemente de cigarrillos.

Si esta versión (ABC Color, página 11 del sábado 23 de enero de 2021) fue la razón principal de su renuncia, bajo la figura de “motivos personales”, Bergen se despide con una enorme condecoración en el pecho. Pero al mismo tiempo entierra cada vez más el eslogan electoral de Abdo Benítez: “Caiga quien caiga”. Si caen los que intentan frenar el contrabando y otros ilícitos y no los delincuentes y “padrinos”, estamos verdaderamente fritos.

La ida de Bergen obligó a Abdo recurrir a una persona en quien confía bastante como el canciller Federico González, quien hace tres meses apenas asumió el cargo en Relaciones Exteriores en sustitución de Antonio Rivas Palacios. Ni bien se reveló su nombre comenzaron las duras críticas y se desempolvó el archivo de aquel acta secreta de Itaipú de 2019, que casi tumbó a Abdo hasta que salió Honor Colorado (ergo: Cartes) a defenderlo.

Cuando el nombre de González llegue al Senado para su confirmación en el cargo, ya tendrá en principio siete votos en contra: la bancada en pleno del Frente Guasu y tal vez se sumen otros.

El hasta el viernes ministro del Interior Euclides Acevedo asume esta semana como canciller en sustitución de González mientras que el titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) Arnaldo Giuzzio reemplazará a Euclides. Esta movida sí fue anunciada días previos porque la vergüenza internacional que nos hicieron pasar los policías de Torín (Caaguazú) con la pareja de turistas brasileños obligaba a un cambio urgente en materia de seguridad. Si bien un ministro no es directamente responsable, se le sumaron varios hechos y principalmente su inocultable diferencia con el comandante de la Policía Nacional Francisco Resquín, que trajo consecuencias negativas en materia de seguridad.

Giuzzio en el Ministerio del Interior suena bastante interesante a juzgar por su trabajo en la Senad y como senador, especialmente en la lucha contra el tráfico ilegal de drogas. Ahora, necesita del respaldo de los aliados del Gobierno, de lo contrario correrá la misma suerte de Bergen.

pguerrero@abc.com.py