Las inseguridades son compañeras habituales de muchas personas, pero cada individuo canaliza sus incomodidades de diferentes maneras. Así pues, la imagen constituye, para muchos, la carta de presentación más importante de todas; debido a los múltiples avances tecnológicos, cambiar aspectos de la apariencia física se convirtió en una posibilidad que realza la belleza de quienes lo desean.
Las modificaciones estéticas no son tan sencillas como cambiar el color de labial, pues cada transformación física representa un riesgo. Según el diario Clarín, Francisco Famá, el presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires, afirmó que entre las operaciones más peligrosas, mayoritariamente, se encuentran aquellas destinadas a bajar de peso, moldear la figura y rejuvenecer el rostro.
El margen de error disminuye cuando los pacientes ponen sus vidas en manos de un profesional competente. Sin embargo, muchas personas recurren a médicos no especialistas o a métodos no comprobados; en un afán de modificar sus vidas rápidamente, estos pacientes hacen a un lado los estudios previos y exponen sus vidas.
En marzo de este año, una joven del departamento de Amambay falleció tras haberse sometido a un tratamiento estético a base de vitamina C, para aumentar sus glúteos. Las complicaciones, así como la falta de una correcta y rigurosa atención médica, se llevaron la vida de la mujer al poco tiempo de haberse aplicado una sustancia que, según la Sociedad Paraguaya de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética, no es la indicada para el incremento de las proporciones corporales.
Cuando de cirugías estéticas se trata, siempre está presente un porcentaje de riesgo, ya que la mala praxis con los pacientes puede tener consecuencias muy graves. En las últimas semanas, un médico, llamado Alexis Gallagher, fue imputado por el caso de una joven que, luego de practicarse una lipoescultura y una abdominoplastía, quedó con visibles secuelas en el vientre.
Muchas veces, el trabajo de los cirujanos plásticos calificados queda opacado por la mala praxis o la clandestinidad; no obstante, los profesionales son las fuentes de consulta más confiables a la hora de querer modificar el físico, pasando por un quirófano. Ahora, siempre debés tener en cuenta que la mejor manera de cambiar es cuando la transformación también se ve en tus hábitos alimenticios y en el beneficio de tu salud.
Por Belén Cuevas (17 años)