El estrés de correr agitado entre muchas tareas quizá te recuerde una de las últimas actividades que, necesariamente, se realiza antes de la graduación de la secundaria. Esta es la madre de las pruebas porque, en el marco de su realización, se ven reflejadas horas de gestión, estudio y dedicación.
Este reto para valientes y no apto para cardíacos es el proyecto de investigación del tercer año de la media. Este emprendimiento es necesario para culminar satisfactoriamente los 13 años de colegio y esta labor final no solo constituye muchas horas llenas de responsabilidad y estudio, sino que también representa un plan enfocado al bien de la sociedad.
La carpeta de campo, el marco teórico, las experimentaciones y la poco valorada bibliografía son algunas partes del proyecto que te llevará a saber utilizar una metodología de la investigación de manera correcta. Sin embargo, no todo es malo o cargoso porque, seguramente, entre subir y bajar las escaleras del cole, con papeles y carpetas, algunos kilos de tu abdomen desaparecerán.
Los costos para llevar a cabo este desafío, tal vez, sean elevados y representen aportes y emprendimientos extras que te ayudarán a cubrir los gastos. Las hamburgueseadas, pancheadas, ventas de garaje y otras actividades, sumadas a las preparaciones dispendiosas para la colación, constituyen esos esfuerzos que permitirán solventar las inversiones monetarias que, a fin de año, valdrán la pena.
Una crema para el acné nunca antes vista, un análisis de la salubridad del Bañado Sur, la producción de un cortometraje sobre realidad social y una caja jubilatoria para trabajadores informales son algunos de los temas que un proyecto de tercer año puede abarcar. En ese sentido, la creatividad para un bien social se puede explayar en cualquier idea que tenga que ver con el énfasis del bachillerato que se cursa.
Llega el día de la defensa, el momento del último reto. Si los nervios no se adueñan del alumno o grupo disertante, esa exposición será el fruto de los esfuerzos realizados durante todo el año y el cartoncito que dice “egresado o egresada del bachillerato” se encontrará a pocos pasos.
Así pues, no te asustes por más que sean muchos los desafíos del emprendimiento que, tal vez, afrontás actualmente o formará parte tu agenda en los siguientes años. Si todavía no cursás el último año de la educación media, podés pensar en muchos temas posibles para tu proyecto y recordar que, si te graduás del cole, quizá lleves contigo muchas amistades duraderas y la experiencia de haber realizado con éxito un emprendimiento bastante difícil.
Por Eliseo Báez (17 años)