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El suboficial Pablo Amarilla, oriundo de Villeta, policía baleado en un confuso episodio ocurrido en Capitán Bado el mes pasado, ya había sufrido la amputación de la pierna izquierda y corría riesgo de perder también la derecha, aunque finalmente no resistió.
El efectivo acusó al menos ocho balazos, de los 42 disparos efectuados por los dos sicarios que lo atacaron en la tarde del 25 de setiembre pasado cuando estaba dentro de su automóvil que a su vez estaba estacionado en un callejón sin salida del barrio Chaco’i de Capitán Bado.
El que hasta ese momento era el jefe del departamento Antinarcóticos, comisario principal Néstor Agüero, había asegurado que Amarilla fue herido cuando hacía trabajos de inteligencia, específicamente marcar la ubicación de un supuesto campamento narco que después debía ser desmantelado.
Amarilla era uno de los 14 efectivos de la oficina regional del departamento Antinarcóticos en Capitán Bado. El jefe en esa oficina era el comisario Sebastián Jara y el subjefe era el subcomisario Jorge Aguirre.
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Contradicciones, rectificación y traslados
Sin embargo, luego de caer en varias contradicciones, los propios compañeros de Amarilla tuvieron que cambiar su versión original, rectificaron su informe enviado a la Fiscalía y admitieron que el agente ahora fallecido estaba acompañado de un supuesto informante, identificado como Ovidio Sostoa Pereira, de 28 años.
Tras este escándalo, el comandante de la Policía, comisario general Carlos Humberto Benítez González, simplemente trasladó al jefe de Antinarcóticos que mintió a la Fiscalía, comisario principal Néstor Agüero, quien fue reubicado como jefe de Investigaciones de Boquerón.
Asimismo, fueron trasladados todos los agentes de la oficina regional de Capitán Bado que trabajaban con el ahora fallecido.
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Los buscados
Por esta causa, tienen órdenes de captura el supuesto narco Francisco Willian Martínez, de 30 años, y los supuestos sicarios Delio Martínez, de 24 años, e Hildo Palacios López, de 18 años, señalados por los policías de Antinarcóticos como mandante y autores materiales, respectivamente.
La participación de estos tres en el homicidio ahora consumado es alegada, paradójicamente, por los mismos policías que inicialmente mintieron al fiscal de la causa, Hernán Mendoza, y que luego cambiaron su versión cuando empeoró la situación de su camarada ahora fallecido.
Tras ser mencionado como el autor moral, Martínez envió un video al programa Crimen y Castigo de ABC TV, en el que negó ser el responsable del crimen y acusó a los policías de Antinarcóticos de extorsionadores.
Uno de los supuestos sicarios, Delio Martínez, hizo exactamente lo mismo que Martínez.