El diputado Raúl Latorre (ANR, cartista) fue reelecto por abrumadora mayoría para presidir la Cámara Baja, pese o debido a que ha fomentado allí el nepotismo feroz, violando la Ley N° 6622/20, que impone medidas de racionalización del gasto público, y su Decreto reglamentario N° 4899/21. Según la ley citada, en ningún caso se podrá designar en un órgano colegiado a un pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad de cualquiera de sus miembros, que cobre una remuneración presupuestaria, salvo el ingreso logrado a través de un concurso público de oposición. Que solo ocho de los ochenta diputados se hayan abstenido de votar a favor del presidente transgresor dice mucho acerca de la conciencia jurídica y moral de la generalidad de ellos, mucho más atenta al interés familiar que al público.
REELECCIÓN
Reelección de Latorre augura más “nepobabies” en Cámara de Diputados
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