La empresa aseguró que el ataque no ha comprometido "ningún dato crítico", es decir, ni contraseñas, ni direcciones de correo electrónico ni información bancaria o financiera.
El responsable del ataque sí tuvo acceso, sin embargo, a un sistema informático que contenía datos como el nombre y apellidos de los clientes, los números de teléfono y tarjeta SIM, el código PUK y el plan de tarifas.
"En cuanto se detectó el incidente, nuestros equipos bloquearon el acceso al sistema afectado y reforzaron nuestras medidas de seguridad. Orange Belgium también alertó a las autoridades competentes y presentó una denuncia oficial ante las autoridades judiciales", añadió la compañía, que ha recomendado a los clientes afectados que se mantengan alerta ante cualquier comunicación sospechosa.
Precisó que no va a desvelar más detalles de lo ocurrido debido a la investigación en curso.
La operadora añadió que aunque la empresa matriz, Orange, también fue objeto recientemente de un ciberataque, ambos incidentes no están relacionados.
Orange Bélgica se ha comprometido a contactar con los clientes afectados por correo electrónico o mensaje de móvil para informarles de lo ocurrido.