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Fue una fría despedida, por el mismo clima, por la escasa asistencia del público y por el resultado, producto de un juego con pocas luces, escasos lapsos de bueno juego, y con sombras reiteradas en la producción de las selecciones nacionales.La Albirroja cerró su preparación internacional anoche, empatando 0-0 con Chile, a 10 días de su debut ante Ecuador en la Copa América de Argentina. Los buenos antecedentes de los ocasionales adversarios, protagonistas de la última Copa del Mundo Sudáfrica 2010, no fueron refrendados, porque el nivel de ninguno alcanzó ribetes ponderables, salvo contadas excepciones.
Y en este rubro aparece el nuestro, un equipo que tuvo en dos embestidas de Roque y un cabezazo de Santander, sus tres ocasiones con alguna chance de gol. Esto ocurrió en el primer tiempo, cuando pelotazos largos pudieron sobrepasar la retaguardia chilena, por donde aparecieron los nuestros. Pero después muy poco del mediocampo para adelante.
La exposición de ayer trajo recuerdos del acostumbrado juego albirrojo. Bien atrás, firme, en este caso con un Verón implacable e impasable, con una defensa que fue y sigue siendo ponderada por propios y extraños.
Hasta ahí todo bien. Los recursos comienzan a escasear a partir del medio, donde las ideas no nacen y la función ofensiva se queda huérfana de asistencia. Así era poco lo que podían aportar los atacantes, en el partido de ayer, tarea encomendada a Roque y Santander. Intención de un juego pulcro hubo, pero no tuvo continuidad ni proyección.
Aun así, hay que considerar que fue un amistoso que conlleva varios cuidados y que no trunca el sueño de ganar la 3ª Copa.
Y en este rubro aparece el nuestro, un equipo que tuvo en dos embestidas de Roque y un cabezazo de Santander, sus tres ocasiones con alguna chance de gol. Esto ocurrió en el primer tiempo, cuando pelotazos largos pudieron sobrepasar la retaguardia chilena, por donde aparecieron los nuestros. Pero después muy poco del mediocampo para adelante.
La exposición de ayer trajo recuerdos del acostumbrado juego albirrojo. Bien atrás, firme, en este caso con un Verón implacable e impasable, con una defensa que fue y sigue siendo ponderada por propios y extraños.
Hasta ahí todo bien. Los recursos comienzan a escasear a partir del medio, donde las ideas no nacen y la función ofensiva se queda huérfana de asistencia. Así era poco lo que podían aportar los atacantes, en el partido de ayer, tarea encomendada a Roque y Santander. Intención de un juego pulcro hubo, pero no tuvo continuidad ni proyección.
Aun así, hay que considerar que fue un amistoso que conlleva varios cuidados y que no trunca el sueño de ganar la 3ª Copa.