Para que pueda afirmarlo tendría que acceder mínimamente a una o unas encuestas que me puedan ofrecer resultados y tendencias. Hasta el momento solo escucho rumores (dice que...)
La sensación -ese estímulo que se alimenta de lo que recogen los sentidos del mundo exterior- me dice que los datos son incompletos, parciales, sesgados y hasta contradictorios y desconexos como para llegar a una conclusión firme, pero la impresión que me provocan los mismos dice que existe algo en la mente de cada ciudadano o en la opinión pública que no sabe aún a quién/es apoyar, pero sí ya pensando a quiénes no.
¿Cuáles son mis indicios, indicadores, elementos, datos o como se los quiera llamar para llegar a esa conclusión?.
- Demasiados llamadores profesionales o perfiles falsos comprados tratando de instalar el relato oficial, a lo que se suma la actitud de abroquelarse corporativamente en el anillo de poder.
- Demasiadas candidaturas dispersas anunciadas para entrar a competir, aún sin saber ni entender mucho de política.
- Mucha firmeza ciudadana en rebatir los intentos oficiales de continuar mintiendo a la gente.
- Mucha duda en con respecto a la discrecionalidad con respecto a endeudamiento, contratos directos y la mezcla del manejo de empresa con el Estado, lo que antes era partido/Estado.
- Miedo a lo que el cartismo es capaz con tal de mantenerse en el poder e incertidumbre de lo que puede hacer en un eventual próximo período presidencial fuera del Estado de derecho y del orden constitucional.
En suma: una actitud positiva hacia la defensa de la democracia. (¿Será posible en medio de un mar de clientelismo y compra de conciencia?).
Dije que era una sensación o una impresión. Ahora pienso que se trata de una impresión nada más, pariente de la intuición o de la famosa corazonada, algo a la cual recurrimos cuando no disponemos de encuestas o carecemos de título de adivinos. Solo el tiempo lo dirá, o sea jahecháta hina.