Ñakurutu’i

Especie número 107 del manuscrito y 44 de los Apuntamientos de Félix de Azara, con la denominación de Urucurea 2° especie y de Ñacurutú chorreado, respectivamente.

Ñakurutu'i (Asio clamator midas), fotografía gentileza de Oscar Rodríguez (Paraguay Birding & Nature), tomada en el Parque Guasu (Asunción)
Ñakurutu'i (Asio clamator midas), fotografía gentileza de Oscar Rodríguez (Paraguay Birding & Nature), tomada en el Parque Guasu (Asunción)

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En la actualidad se conoce al Urucurea descripto por Félix de Azara como Ñakurutu’i (Ñakurutu chico), por el ser más pequeño de los que llevan tal nombre; es decir, para diferenciarlo del Ñakurutu (Bubo virginianus) y del Ñakurutu hu (Asio stygius).

Dicho nombre genérico es onomatopéyico del canto del Bubo virginianus o Ñakurutu. En sus Apuntamientos, donde sustituye la denominación del Urucurea por la de Ñacurutú chorreado aclara nuestro autor que el Ñacurutú propiamente dicho, o Bubo virginianus, canta de tres maneras:

“La primera silbando como entre dientes, a la manera que la lechuza. La segunda es un trino agudo y agrio, con que explica su enojo y la incomodidad. Y la tercera dice su nombre fuerte y narigalmente, con que asusta a los que transitan de noche por los bosques elevados, que son sus palacios, sin que se introduzca, que yo sepa, en los templos y poblaciones”.

El primer individuo que Azara tuvo, al tiempo de redactar el manuscrito, fue uno -que le pareció joven- que compró a los Payaguá y que mantuvo por más de dos meses en su cuarto. Posteriormente asentó en sus Apuntamientos que esta especie debía de ser muy escasa, pues solo había tenido dos individuos idénticos de ella, por julio, en el Paraguay.

Nomenclatura

Sonnini dice que esta ave se asemeja al Hibou o Moyen duc (Strix otus [Asio otus]) pero que Azara, al compararlas, hace notar que ellas difieren mucho como para poder consideradas de una misma especie.

Menciona además que el Hibou de la Caroline del naturalista inglés Mark Catesby (Strix Asio [Megascops asio]), y el Hibou de l’Amérique meridionale del padre Louis Feuilliée (Strix Mexicana [Asio clamator de Vieillot]), que Azara supone muy vecinas a su Ñacurutú chorreado, son sin dudas especies distintas y separadas a ésta, con lo que concluye que dicho Ñacurutú es una especie nueva, o al menos una variedad -debida al clima- del Búho europeo, el mencionado Hibou o Moyen duc (Asio otus).

Para comparar a su ave, a más de las mencionadas descripciones de la obra de Buffon, Azara tuvo a la vista las estampas iluminadas números 29 y 437 de Martinet que ilustran al Hibou o Moyen duc (Asio otus) y al Chat-huant -nombre con el que Buffon agrupa a dos especies americanas que cree son una simple variedad climática del anterior, el Megascops asio de Catesby y el Asio clamator del padre Feuillée, el ejemplar retratado sería el que se encontraba en el Gabinete de Mauduyt y que fuera traído de Santo Domingo-.

El Ñakurutu’i es la subespecie Asio clamator midas que el ornitólogo alemán Hermann Schlegel consideró más grande que la especie tipo - el Hibou de l’Amérique meridionale del padre Louis Feuilliée o A. clamator clamator- (1862, Mus. Pays-Bas. 2, p. 2.), contrastándola con el Otus midas clasificado por Lichtenstein de entre los ejemplares de la colección zoológica de la entonces Real Universidad de Berlin (1854, Nomenclator avium Musei zoologici berolinensis, p. 6), el cual había sido colectado en los alrededores de Montevideo (Uruguay).

Sinonimia: Le Hibou nacurutu tacheté, Strix maculata (Vieillot, 1817, Nouv. Dict. Hist. Nat., 7, p. 45), basado en el Ñacurutú chorreado de Azara.

Costumbres

Sobre el Ñakurutu’i apuntó Azara en su manuscrito:

“puedo decir poco de sus costumbres porque de día se mantenía oculto, de noche trepaba por todo, andaba a pasos ligeramente, y siempre se manifestó sumamente esquivo. Es muy amigo de bañarse en una vasija, cuando me arrimaba a él cascarreteaba, erizaba su pluma y ensanchaba mucho sus alas, y se me acercaba mucho como para cogerle, saltaba sobre la mano, la apretaba, y huía, todo en un instante. No costó poco trabajo de describirla, porque todo lo agarraba con el pico y sus garras (que como he dicho), son robustas y fuertes. Algunas veces, estando como dormida, y teniendo sentada la pluma de la cabeza, aparecían dos como cuernos. Vivió en paz dichos dos meses con un Caburey. Varias veces noté que agarraba con mucha rabia, con uñas y pico, la ropa que tenía debajo, como si quisiera componerla o juntarla. Tampoco hizo la guerra a un Arivaya o Chiripepe joven, ni a un Tuy que dormía en mi cuarto. Su canto es semejante al de lechuza, agrio y fuerte, y se contornea mucho cuando uno se le acerca”.

Nada dice en sus Apuntamientos en cuanto a las costumbres del Ñakurutu’i.

Nido

En el manuscrito Azara indicó que el indio montés Ignacio Ybotyti le había asegurado que esta ave “criaba en los agujeros de los árboles cuatro hijos” pero, en sus Apuntamientos, nada señaló al respecto.

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