Félix de Azara compró “a un tiempo” una pareja y los largó en su cuarto donde, al cuarto día, murió uno -el que nuestro naturalista reputó como hembra-, y el otro -que sería el macho- se le escapó. Posteriormente mantuvo enjaulado por 8 días a otro individuo, al que soltó porque necesitaba la jaula.
Esos serían los únicos individuos que Azara conoció pues en sus Apuntamientos, a más de advertir de que eran muy escasos, a continuación de la descripción principal indicó: “Otros, que creo hembras, son hasta media pulgada más cortos”; lo que permite conjeturar lo señalado, así como que, el despojo que describió, correspondería al macho de su Zorzal oscuro y blanco y no al que en principio apreció como hembra, en tanto que los otros -el individuo fugado, y el que liberó de la jaula- a las hembras que refiere, aunque esta especie no presenta dimorfismo sexual aparente.
También, gracias a los Apuntamientos, se sabe que Azara compró:
“un nido por de este pájaro, y me aseguraron haberle sacado de un matorral espeso. Era de palitos y bejuquillos flexibles, con el colchón de pocas pajitas secas. Contenía 3 huevos blancos poco más agudos en un extremo, y sus ejes once y ocho líneas”.
Azara consignó en el manuscrito que le habían referido que esta ave “es la Abya [Havia] que canta todo el año bellamente con variedad y buen tono” y, que se parece “al zorzal en figura y tamaño”.
De acuerdo con Bertoni esta ave es conocida con el nombre de Korochiré.
Nomenclatura
Sonnini advirtió que, como el plumaje en la mayoría de los túrdidos variaba de tal manera -no solo entre individuos de una y otra especie, sino entre los de la misma especie-, le resultaba difícil afirmar si el Zorzal oscuro y blanco de Azara era o no una especie conocida; y, que si bien encontró algunas semejanzas, entre dicha ave y la Grive de la Jamaïque (Turdus jamaicensis) de su edición de las Obras de Buffon, las diferencias que notó entre ellas le llevan a pensar que aquella era una especie nueva.
No estaba en esto errado pues Cabanis identificó al Zorzal oscuro y blanco de Azara con el nombre de Turdus amaurochalinus en su Museum Heineanum: Verzeichniss der ornithologischen Sammlung des Oberamtmann Ferdinand Heine, auf Gut St. Burchard vor Halberstadt (T. I, p. 5).
El epíteto que identifica a esta especie está formado con las palabras griegas amaurós/obscuro, sombrío y khalinos/brida, estría, es decir, de bridas obscuras.
Costumbres
Azara solo indicó en sus Apuntamientos que las costumbres de su Zorzal oscuro y blanco eran las mismas que las de su Zorzal oscuro y rojo (Turdus rufiventris).
En su manuscrito asentó lo poco que pudo observar en los cuatro días que tuvo a los dos individuos de esta especie en su cuarto, y es lo que sigue:
“El primero día no salieron detrás de los cofres, el segundo salió primero la hembra, y luego el macho. Había en el suelo maíz entero y machacado, pero ni lo miraban, y solo parecían ocupados de un violento deseo de escaparse, todo era trepar por sillas, y lo que podían correr con violencia al trote y con la cabeza levantada, mirando siempre alto. Les eché carne picada, y la comían, pero siempre con sobresalto y de prisa, esto sucedió la tarde del siguiente día. El siguiente sucedió lo mismo, y el cuarto murió la hembra, y el macho se me escapó, jamás lo oí cantar”.
Nido
Ya se transcribió más arriba lo que sobre el nido de esta Havia comentó nuestro naturalista.