En el encuentro, copresidido por el directo del Departamento de América del Norte y Oceanía del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Yang Tao, y el enviado especial adjunto para Tecnologías Críticas y Emergentes del Departamento de Estado de EE.UU., Seth Center, ambas partes presentaron sus respectivos puntos de vista sobre los riesgos de la IA y las iniciativas de gobernanza, así como las medidas adoptadas para promover el desarrollo económico y social posibilitado por dicha tecnología.
La delegación china subrayó que la IA es la tecnología emergente que "más atención atrae actualmente", y que Pekín siempre ha apoyado el principio de "centrarse en las personas" y de asegurarse de que la IA "sea beneficiosa, segura y justa", según un comunicado publicado el miércoles por la Cancillería china en una de sus cuentas oficiales en la red social Wechat.
China "apoya el fortalecimiento de la gobernanza mundial de la IA", "aboga por el papel de las Naciones Unidas como canal principal", y está dispuesta a "reforzar la comunicación y la coordinación con la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, para formar un marco de gobernanza mundial" de dicha tecnología, indicó el comunicado.
China también declaró su "firme posición contra las restricciones y presiones de EE.UU. en el campo de la IA", si bien "ambas partes reconocieron las oportunidades y riesgos asociados con el desarrollo" de esta nueva herramienta.
Se trata de la primera reunión del Diálogo Intergubernamental entre China y Estados Unidos sobre Inteligencia Artificial.
Las conversaciones para analizar los riesgos y desafíos de la seguridad que genera esta nueva tecnología son consecuencia de la cumbre que los presidentes de ambos países, Joe Biden y Xi Jinping, mantuvieron en noviembre del año pasado en San Francisco (EE.UU.), donde ambas partes acordaron la necesidad de afrontar esta cuestión.
China ha insistido en los últimos meses en que el futuro de la inteligencia artificial sea "decidido por todos los países" y que sus reglas no sean "dictadas por los países desarrollados".
Asimismo, el país asiático ha hecho hincapié en el "respeto a la soberanía de otros países", la "no interferencia en asuntos internos" y en "asegurarse de que la inteligencia artificial quede bajo control humano".