Hochul dijo que esta prohibición, que parece cuenta con apoyo de ambos partidos, estará vigente "de campana a campana", en alusión al toque de campana con el que comienzan y terminan las jornadas escolares. Se exigirá la desconexión de todos los aparatos durante ese tiempo, una medida que ahora aplican de manera laxa solo algunas escuelas.
Queda ahora a decisión de cada escuela implementar armarios ad hoc para guardar los dispositivos electrónicos en las horas lectivas o permitir a los estudiantes guardar sus aparatos apagados.
Se excluirán de la prohibición los aparatos necesitados por razones médicas o por discapacidades comunicativas, así como a los inmigrantes que los usan como herramienta de traducción.
"Nuestros hijos se van a ver por fin libres de las constantes interrupciones de las redes sociales y de toda la presión sobre la salud mental que viene de ahí", dijo Hochul a los legisladores.
Por lo escuchado hoy en la Asamblea estatal, el plan cuenta con el apoyo del sindicato de maestros, de demócratas y de republicanos, que deberán votarlo el 31 de marzo.
La ciudad de Nueva York, que será la principal afectada por la medida, aún no se había decidido a implantar una medida similar, pese a que el propio alcalde declaró que las redes sociales son una amenaza a la salud mental de los adolescentes y en febrero de 2024 llegó a demandar a TikTok, Meta, Snap, Google y YouTube "por alimentar la crisis nacional de salud mental juvenil".