En una rueda de prensa desde su residencia campestre de Chequers (sureste de Inglaterra), Starmer afirmó que el Reino Unido y Estados Unidos han "renovado la relación especial para una nueva era" con este acuerdo tecnológico, puesto que además de ser socios en defensa y economía, ahora también lo son en tecnología.
De acuerdo con el documento, difundido por el Gobierno británico, Londres y Washington expresaron su deseo común de mejorar la cooperación bilateral en materia de ciencia y tecnología de cara a la "próxima era dorada de la innovación" a través de diferentes puntos clave.
El Reino Unido y los Estados Unidos describen a la IA como "la tecnología que define nuestra era" y se comprometen a colaborar de forma estrecha a la hora de desarrollar infraestructuras; facilitar el acceso de la comunidad investigadora a la computación o establecer programas conjuntos e intercambiar talento entre sus institutos tecnológicos.
En concreto, ambos países mencionan su interés de "acelerar" la aplicación de la IA a la ciencia y se emplazan a trabajar en "áreas de prioridad conjunta", tales como la biotecnología, la energía de fusión o la medicina de precisión para enfermedades raras y crónicas o para el cáncer.
Del mismo modo, proponen catalizar una asociación de IA para el espacio y promover marcos de políticas "proinnovación" sobre esta tecnología, así como las exportaciones de chips, centros de datos y modelos entre ambas naciones.
"El mundo se encuentra en los albores de una era nuclear dorada", reza el documento firmado por los mandatarios británico y estadounidense, que proponen liderar el sector de la energía atómica a nivel mundial; ser pioneros en tecnologías innovadoras y en la optimización de los procesos regulatorios.
En este sentido, Londres y Washington buscarán impulsar iniciativas de colaboración en áreas de reactores y combustibles nucleares avanzados y la energía de fusión con el objetivo de "mantenerse a la vanguardia de la innovación en fisión y fusión".
Uno de los puntos del texto destaca asimismo la intención de garantizar una cadena de suministro de esta energía en ambos países y lograr la "independencia total" del combustible nuclear ruso para finales de 2028.
Londres y Washington unirán fuerzas para alcanzar la "verdadera ventaja cuántica", de acuerdo con el memorando. Para ello, propondrán la construcción de máquinas cuánticas "que transformen la defensa, las finanzas y la atención médica" y creen empleos altamente cualificados.
Para ello, establecerán un grupo de trabajo británico-estadounidense para "acelerar los avances" en hardware, software y algoritmos de computación cuántica; lanzarán un 'Desafío de Código Cuántico' para movilizar a investigadores con casos reales, y promoverán la colaboración bilateral entre centros de excelencia de ambos países para implementar tecnologías de detección.
Del mismo modo, el Reino Unido y Estados Unidos profundizarán su cooperación en las "bases de la innovación de la vanguardia", desde el intercambio de conocimientos sobre seguridad en la investigación hasta la colaboración en telecomunicaciones seguras, infraestructuras nacionales críticas y ciberseguridad.
Dentro de su intención de ampliar la innovación en telecomunicaciones, el Reino Unido y los Estados Unidos proponen impulsar la investigación y el desarrollo conjunto de tecnologías relevantes para el 6G, como el uso de IA o la definición de estándares globales de la red.