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"Sería bueno tener un fin de semana más tranquilo que el de Le Mans. Ese es el objetivo, sin cometer errores, pues este año, creo que después de Portimao, Austin o Le Mans, hemos cometido errores que nos han hecho perder muchísimos puntos, así que a ver si tenemos un fin de semana normal y con estabilidad, que hará que como piloto pueda sacar mucho más", explicó Alex Márquez.
Sobre la situación de su hermano Marc en el equipo, destacó: "al final, lo cierto es que lo vemos muy contento; su apuesta fue muy arriesgada y tuvo mucha presión, pero después de tantos años difíciles, de la lesión, y de todo, se hace un poco bola al principio, pero ha encontrado la felicidad y sí, donde está seguramente ha encontrado la mejor atmósfera o rollo, que era lo mejor para volver a sentirse piloto, pero, sobre todo, para volver a disfrutar de las carreras".
"Ha demostrado ser rápido, tiene esa sonrisa imborrable en la cara porque es rápido, pues si vas a un equipo que hay mucho rollo pero no eres rápido, no te lo pasas bien, pero se ha juntado todo y está disfrutando muchísimo, y ahora el siguiente paso es tener una moto oficial como él merece y está demostrando, y ya está", continuó Alex Márquez.
No obstante, Alex Márquez destacó que había "perdido algunos puntos fuertes de pilotaje". "Lo dije ya al final de 2023, que por mi estilo de pilotaje ésta es una moto que 'casa' un poco peor comparada con la 2022, que era una moto mucho más dócil y también dije que creía que la 2024 era una evolución de la 2022, no tanto de la 2023, y es algo que ellos ya vieron el año pasado".
En cualquier caso Alex Márquez afirmó que cada vez se encuentra mejor y que si hacen fines de semana "más planos y más tranquilos", pueden ser competitivos como lo fueron en Jerez.