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Espargaró comenzó confirmando que estaba más seguro que nunca con la decisión de retirarse al final de la temporada y dijo estar "tranquilo y muy feliz". "De hecho, no había disfrutado nunca tanto una salida como hoy, con mi mujer y amigos gritando mi nombre y yo superrelajado, valorando el momento", señaló.
El piloto de Aprilia explicó la carrera: "Ha sido complicada, porque he salido muy mal, pero esta mañana analicé con Baiocco el ritmo de todos y sabía que 1:38 altos sólo lo había hecho yo hasta el momento y cuando he visto el ritmo y lo que patinaba la pista, sabía que era imposible; sabía que esas cuatro o cinco primeras vueltas no iban a poder adelantar, y se iban a destrozar los neumáticos o se iban a caer. Y así ha sido".
"Hasta la quinta vuelta no me he movido, he estado tranquilo y ahí he adelantado a Jorge y a Pedro, me he ido para adelante; luego, cerca de Pecco -Bagnaia- me ha subido la presión del neumático y era más difícil, pero he visto que le marcaban en la pizarra que yo iba muy cerca y le he apretado hasta final de carrera, porque he visto que se empezaba a ir largo por todos los lados y ha funcionado", comentó Aleix Espargaró.
Del error de Bagnaia, dijo que le pilló por sorpresa: "Claro que pilla por sorpresa cuando es una última vuelta, pero yo estaba haciendo 1’39 medios con los neumáticos destrozados y solo le recortaba una décima, y veía que él no estaba cómodo, cometía errores, sabía que no me daba para pasarlo, pero si me quedaba cerca podía forzar el error y se ha caído".
"Me ha sabido mal su caída porque estaba haciendo una gran carrera. Y también por Raúl -Fernández-, porque tenía velocidad, pero en MotoGP hay circuitos donde no solo vale ir rápido de la primera a la última vuelta y Barcelona es uno de ellos. Hay que pensar en los neumáticos, no sobre calentarlos al principio, tener paciencia... He apretado hasta el final y el ‘never give up’ funciona", aseguró Aleix Espargaró.
Sobre su triunfo, declaró que no sabe "cómo describir este fin de semana". "Y Marc en el podio diciéndome que me lo merecía, que era mi día… no lo entiendo. Es el karma, o como que alguien de ahí arriba quiera regalarme un súper fin de semana y de temporada. Es un sueño", apostilló.
"El martes cuando bajaba a Barcelona mi mujer me dijo, ‘vamos a tratar de igualar lo del fin de semana pasado, que mejorarlo iba a ser imposible’, y le dije, ‘se me escapó la pole el año pasado’, así que algo se puede mejorar y, de momento está siendo mejor, muy emotivo, hemos hecho la 'pole' y victoria al 'sprint'. Veremos qué pasa mañana, pero este sábado ya queda para siempre", reconoció el piloto de Aprilia.
En el podio, recordó: "Cuando nos hemos hecho una foto los tres, Marc le ha dicho a Pedro ‘cógelo’, y me han levantado los dos. Para mí es un orgullo increíble y preguntarle a Marc lo que me ha dicho, a ver si él lo quiere contar. Yo le he respondido que tenía razón y que para mí era todo un orgullo".
En lo que a la carrera del domingo se refiere, resaltó: "El problema en MotoGP es que tú puedes pensar en salir tranquilo mañana, gestionar los neumáticos y a final de carrera aprovechar, pero no vale, porque si tú haces eso a la tercera vuelta estás decimocuarto y encontrar el equilibrio va a ser difícil mañana, pero ya os digo que olvidaos de los que veáis las primeras quince vueltas, porque el final será muy distinto y complicado".