Con 103-99 a falta de 48 segundos, Brunson metió dos canastas seguidas y empató el encuentro para los Knicks (103-103).
No obstante, a los Rockets todavía les quedaban 8.3 segundos para evitar la prórroga. Jalen Green asumió la responsabilidad pero su tiro fue taponado por Precious Achiuwa.
El balón acabó en las manos de Aaron Holiday, cuyo triple sobre la bocina no entró. Sin embargo, los árbitros pitaron una muy controvertida falta de Brunson que le dio tres tiros libres a Holiday con solo 0.3 segundos en el reloj.
El jugador de los Rockets metió los dos primeros, tiró a fallar el tercero y se acabó el partido.
"En directo pareció que el contacto en la parte inferior del cuerpo era ilegal", explicaron tras el encuentro los árbitros según el pool de la NBA.
"Después de ver la jugada en la revisión de pospartido, el jugador que atacaba fue capaz de regresar a su posición normal en la pista. El contacto ocurrió después de que lanzara el balón por lo que es fortuito y marginal al intento de tiro y no debería haber sido pitado", agregaron.
Ese polémico desenlace supuso la tercera derrota seguida de unos Knicks todavía lastrados por múltiples bajas (Julius Randle, OG Anunoby, Isaiah Hartenstein, etc.).
Brunson (27 puntos y 7 asistencias) fue el más productivo de unos Knicks que ahora tienen un balance de 33-21.
Por su parte, Dillon Brooks (23 puntos) fue el máximo anotador de unos Rockets con un registro de 24-29.