"Gracias a Dios, no tengo nada grave. Muchas gracias por los mensajes positivos, ojalá que toda la gente que muestra su odio tuviera tantas ganas de ser feliz y de trabajar como de desear el mal. Pronto a tope", publicó en su cuenta de 'Instagram', tras ser sometido a una resonancia magnética que descartó una lesión grave en esa articulación.
Morata se retiró lesionado al borde del descanso del partido de este domingo contra el Sevilla y estará unas tres semanas de baja por el esguince de rodilla.